Históricamente frente a las crisis se recurrió a los ajustes. Hoy se trata de ver como se hace para incentivar la demanda, de ver cómo se hace para que no haya pérdida de puestos de trabajo. Entonces creo que lo que hay que analizar es si se está haciendo lo que hay que hacer.
Considero que aquí hay dos posturas contrapuestas: la que ya conocen los argentinos, si se recurre a las recetas tradicionales, sabemos que las medidas serían: ajuste fiscal, recortes del gasto público, despidos de personal y achicamiento de las empresas, es decir procíclicas.
Nosotros estamos por otro tipo de respuestas. Creo que de una vez por todas hay que eliminar el concepto del ajuste como forma de resolver el problema. Pienso que la manera de combatir esta crisis no es ajustar como nos han hecho creer a lo largo de muchísimos años sino al contrario generando medidas que se opongan a lo que la tendencia quiere generar, es decir, tratar de generar demanda a través de distintos incentivos, tratar de proteger el empleo por distintos caminos me parece que es el lineamiento general correcto para tratar de enfrentar una crisis de esta profundidad e intensidad como la que tiene el mundo.