Considero que se han tomado varios de los frentes más críticos del sector agropecuario.
Cuando uno habla con los productores mano a mano, está claro que en el sector carne y en el sector lechería efectivamente la rentabilidad está fuertemente dañada, los precios no alcanzaban a cubrir los costos y me parece que ahí se han tomado medidas concretas.
En relación a las retenciones, pienso que constituyen una herramienta válida de política económica que contribuye a redistribuir la riqueza y a brindar recursos al Estado para mejorar la infraestructura social, reducir la pobreza y avanzar en un proceso de integración e inclusión. Hay que entenderla como absolutamente necesaria, pero es necesaria la diferenciación del sector, a los grandes grupos económicos de los pequeños y medianos productores del campo. De lo contrario las acciones se direccionan a desigualdades que deben evitarse.
Estoy completamente convencido de que en todas las actividades hay que pensar siempre en políticas segmentadas porque no hay una vara única que abarque la situación de todo un sector, es decir no se puede hablar del campo como una generalidad no es lo mismo un pool de soja que un chacarero que tiene 50 hectáreas y por eso tiene que haber una diferenciación en las escalas y tiene que haber una cantidad de cuestiones y por eso debe haber un estado que regule, que a uno le saque y a otro lo subsidie.