La semana pasada el gobierno le quitó la concesión de los ferrocarriles Sarmiento y Mitre a TBA. Dijo en el decreto por el cual lo hizo que “las conclusiones a las que arribó el interventor de la empresa fueron concluyentes y dan cuenta de un insuficiente mantenimiento que no asegura la continuidad y seguridad de los servicios».
Hace varios años ya, cuando el gobierno le quitó la concesión de las líneas San Martín y Belgrano Sur al consorcio Metropolitano, se creó la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia, más conocida por UGOFE, que integraban Ferrovías, Metrovías, TBA y el Estado Nacional. Bajo la órbita del UGOFE, las empresas actúan por cuenta y orden del estado, es decir que son operadores de las líneas y no concesionarios.
En este caso, al quitarle la concesión, TBA también sale de la UGOFE, por lo que Ferrovías y Metrovías junto al Estado se harán cargo de las líneas Sarmiento y Mitre.
Creo que es necesario seguir desandando el camino de los 90 y que hay que volver a establecer que al tratarse de servicios públicos en los que es necesario hacer grandes inversiones de infraestructura, tienen que estar en manos del estado. Si esto es un paso intermedio para avanzar hacia una solución de fondo, creo que tiene que ser bienvenido. Si, de lo contrario, se trata de una transición para sacar a un pésimo operador e intentar reemplazarlo por otro, creo que nos vamos a quedar por el camino.