Lo que se está haciendo es para salvar el sistema no para cambiarlo. La palabra nacionalización o estatización tiene apellido, el apellido es provisorio, temporario, momentáneo, es decir siempre está aclarado que se trata de una medida de excepción de corto plazo para tratar de salir de la crisis y nunca como un objeto aspirado desde el punto de vista de alguna política económica que instalará un modelo con una mayor participación del estado en la cosa pública.
Este tema de la “Nacionalización”, es tomado como opción solamente por necesidad temporaria y no por convicción. No se trata de un cambio de política y de una convicción que tienen esos gobiernos respecto de fortalecer el rol del estado, sino que yo diría que se trata de lo de siempre, cuando hay pérdidas hay que repartirlas en el conjunto de las sociedad y la expresión del conjunto de la sociedad es el Estado y cuando vengan de vuelta las buenas, entonces habrá que volverlo a privatizar para que vuelva a ser un negocio de algunos.
Con la “Nacionalización”, se utiliza los recursos de los estados y está bien, porque o sino esto va a explotar, pero se hace por necesidad, por urgencia, por contingencia. Considero que debería tener un escenario que sea por convicción y un rumbo que lleve a un mundo donde el equilibrio entre los países sea más armónico. Y la diferencia entre los grandes y los chicos sea menor y hacia el interior de los países pase lo mismo entre los que más tienen y los que menos tienen.