Declaración: Beneplácito por la celebración de los 100 años de vida de la destacada ciudadana, militante y defensora de los derechos humanos, Fanny Jabcovsky Edelman

Fecha de ingreso: 24.11.2010
Estado: en comisión de “Derechos Humanos y Garantías
Firmantes: Heller, Carlos Salomon – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Ciudad De Buenos Aires; Sabbatella, Martin – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Buenos Aires; Basteiro, Sergio Ariel – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Buenos Aires;  Belous, Nelida – Proyecto Progresista Tierra del Fuego

La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:
Su beneplácito por la celebración de los 100 años de vida de la destacada ciudadana, militante y defensora de los derechos humanos, Fanny Jabcovsky Edelman, y adhiere al acto de festejo que se llevará a cabo el 24 de noviembre de 2010, en el Teatro Nacional Cervantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:
El presente proyecto de declaración tiene por objeto que uno de los órganos de máxima representatividad política de la Argentina, celebre los cien años de vida de una ciudadana ejemplar.

Siempre motiva alegría festejar la vida, pero cuando esa existencia está colmada de amor a la humanidad, compromiso militante, ansias de justicia, solidaridad, lucha, creación, goce, sufrimiento y sueños, merece, además, ser homenajeada.

Este es el caso de Fanny Jabcovsky Edelman, nacida hace 100 años en una modesta familia de inmigrantes rusos en San Francisco, Provincia de Córdoba.

Ya desde joven comprendió que es necesario un porqué para vivir, creando los «cómos» para hacerlo. Así es que siendo adolescente, participó de «la gran campaña de ayuda a los hambrientos del Volga», en los primeros años de la Revolución Rusa, pero simultáneamente se convertía en natural testigo y partícipe de las diferencias sociales existentes en nuestro país.

En 1934 se afilió al Partido Comunista, agrupación política que actualmente preside.

Por esos años comenzó a tener una activa solidaridad por la España Republicana. En 1937 partió hacia ese país, y ya en plena Guerra civil, condujo la denominada «Campaña de Invierno de ayuda a los Frentes de Guerra», desde la organización «Socorro Rojo» instalada en Valencia.

Allí participó en la Conferencia Nacional de Mujeres Antifascistas y compartió la tribuna con mujeres de la talla de Federica Montseny, Margarita Nelken, Tina Modotti y Dolores Ibarburi, «La Pasionaria». Junto a ellas llevó como bandera antifascista las consignas: ¡No pasarán¡ ¡Mejor morir de pie que vivir de rodillas!, convertidas en gritos de batalla de todo el pueblo español, de los antifascistas y demócratas del mundo entero.

Después de la derrota Republicana, y entendiendo que la vida de los pueblos es un constante proceso, donde se nace, muere y renace, despliega una incansable labor política en los movimientos solidarios, en la lucha antifascista, por la paz, en el movimiento de mujeres y como secretaria de la Federación Democrática Internacional de Mujeres.

Allí actúa junto a Gusta Fusikova, esposa de Julius Fucik, el gran autor de «Reportaje al pie del patíbulo», asesinado por la Gestapo; y con Marie Claude Vaillant Couturier, la primera secretaria de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (Fedim), como testigo ante el Tribunal de Nuremberg, denunciando los crímenes del nazismo en los campos de concentración. Según sus propias palabras, este hecho transforma su sentimiento, conciencia, la ayuda y enriquece enormemente.

En 1947 participa activamente en la creación de la Unión de Mujeres Argentinas, una movilizadora organización de género, de la que es elegida secretaria general, en su primer congreso. Estuvo vinculada con la UMA durante 50 años, también como presidenta, vicepresidenta, y representante ante la Fedim, que ya tenía 200 organizaciones adheridas en el mundo.

Respecto de la UMA asevera que «esa organización estaba integrada por comunistas, peronistas, radicales, mujeres sin partido, y cumplió una labor muy valiosa. Despertó la conciencia de muchas mujeres, se reconoció el valor de la más modesta de nuestras trabajadoras, de las mujeres rurales, de las esposas de los obreros de los ingenios tucumanos que fueron cerrados por Onganía, reclamando y luchando en la puerta de los ingenios para que no cerraran, o las esposas de los ferroviarios. ¡Cosas hermosas!, como la lucha contra el derrumbe de los conventillos que estaban en lo que hoy es el Hospital de Clínicas. Fueron miles de experiencias que me permitieron a mí, recorriendo el país, conocer los valores de las mujeres de nuestro pueblo».

Entre 1972 y 1978 ocupó la secretaría de la Federación de Mujeres, experiencia que reconoce: «fue un baño de luz, que reafirmó, si eso hubiera sido necesario, mis convicciones políticas. Era raro que durmiera dos días seguidos en mi cama, en Berlín, porque un día tenía que ir a Egipto y al siguiente a Angola, o a Nepal, y otro día a Japón. Ocupando ese cargo, la Fedim, propuso a la Organización de las Naciones Unidas, establecer el 8 de marzo de cada año, como el día Internacional de la Mujer.

Señor Presidente, esta insigne mujer fue pionera en introducir la cuestión de género y el respeto a la diversidad sexual, dejó plasmada dicha postura en su libro «Feminismo y marxismo», donde afirma que «No puede cuestionarse la orientación sexual de nadie, porque hacerlo implica una falta de respeto a los derechos humanos consagrados por las Naciones Unidas y la Constitución Nacional. Todos hemos nacido iguales, todos tenemos derechos iguales».

Pensando que la vida es también conciencia colectiva de la continuidad histórica, rescata tener la fortuna de haber entendido qué ocurría en cada momento de la realidad social. Por eso hoy es amiga de los dirigentes de las organizaciones de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual y los ayuda en su accionar.

El año 2009 fue designada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como Personalidad Destacada en el ámbito de la defensa de los derechos humanos. Dicha distinción es el reconocimiento a una mujer que hizo de la solidaridad internacionalista una forma de vida, y de esa manera transitó buena parte del siglo XX trabajando con presos políticos, sociales, y ayudando en cuanto proceso progresista pudiera vislumbrar.

Hoy al cumplir cien años de vida, expresa que está estudiando a fondo la figura de Eva Duarte de Perón. En ese sentido reconoce: «la influencia extraordinaria que tuvo y tiene en una parte importante del pueblo argentino. Su condición de clase y la situación de haber sido hija ilegítima, como se decía antes, su odio a la oligarquía, el hecho de que su familia sufriera tantas humillaciones por parte de una clase que había degradado a los pobres siempre, marcó su vida y su acción. A pesar de nuestras diferencias es necesario reconocer que bajo su influjo se realizaron trabajos sobre reivindicaciones concretas, tales como: vivienda, salario, protección a la infancia, lo que provocó un movimiento nacional muy significativo.

La virtud de Eva fue trabajar sobre la falta de conciencia política de una gran masa humana que ingresó por primera vez al trabajo. Al desarrollarse la industria liviana, millones de trabajadores tuvieron un trabajo por primera vez, viviendo también bajo un régimen de asistencia social».

Esta actitud de Edelman, ante quien pensó distinto, está iluminada por el pensamiento de comprender que a lo largo de nuestra historia existe un bloque histórico que nació con los sectores progresistas de Mayo: Moreno, Belgrano, Castelli, Monteagudo, etc. y sigue con San Martín, Echeverría, Fragueiro, el Radicalismo que luchó contra el fraude, socialistas, comunistas y el peronismo que rescata Fanny Edelman en Eva Perón.

Es decir que a lo largo de nuestra historia como Nación, a pesar de las fracturas y desencuentros existe un sujeto social que se define como defensor los intereses de nacionales del conjunto de la sociedad Argentina.

Estos ideales que todavía iluminan su camino le han dado coraje a Fanny Edelman para enfrentar la vida con alegría; y a nosotros nos motiva para decirle hoy, a esta ciudadana Argentina y compatriota de la humanidad:

«Me has dado la fraternidad al que no conozco. Me has dado la fuerza de todos los que viven. Me has hecho ver la claridad del mundo y la posibilidad de la alegría. Me has hecho indestructible porque contigo no termino en mí mismo». (Pablo Neruda)

Señor Presidente, por todo lo expuesto, es que solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto de declaración.

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