Cuando me preguntan que opino de la designación de Mercedes Marcó del Pont en el Banco Central debo decir que me parece efectiva, marca la intención de un cambio de rumbo, y esa intención de cambio de rumbo la comparto y por lo tanto la celebro.
Considero que es un punto de partida que permitirá mayor coordinación entre las políticas economía y el Central. Es decir ir hacia un Banco Central que deje de ser un estado independiente dentro del Estado y pase a ser uno de los institutos con los que el Estado cuenta para llevar adelante el conjunto de sus políticas.
Esto no significa que el Banco Central se transforme en una oficina de Ministerio de Economía, significa que este cambio de rumbo permitirá tener un Banco Central más integrado a la construcción de las políticas públicas, traduciéndose en condiciones para que el sistema financiero esté más vinculado al sistema productivo, y para contribuir al financiamiento de las PyMES.
Pienso que está bien que el Banco Central se preocupe por la estabilidad monetaria y la macroeconomía. Pero también debe contribuir a un modelo de desarrollo.
Tengo las mejores expectativas porque conozco a Mercedes, conozco su pensamiento. Hemos trabajado juntos en este último tiempo en varios ámbitos, y es por ellos que tengo expectativas positivas de lo que va a tratar de impulsar en el Banco Central.