El Partido Solidario considera altamente positivo el resultado del canje de deuda pública finalizado ayer, que superó las expectativas existentes, dada una adhesión mayor a la esperada por parte de los inversores privados.
El canje logró una aceptación del 76% , redujo en $ 1.898 millones el valor nominal de la deuda, logrando además un ahorro neto de servicios de deuda de aproximadamente $ 7.261 millones hasta el 2012. Si sumamos el canje de los Préstamos Garantizados realizado en enero de este año, que logró un ahorro de servicios hasta el 2011 (año de vencimiento de estos títulos) de $ 16.547 millones, se observa una interesante extensión en el nivel de vencimientos de deuda pública en pesos para los próximos años.
Este resultado, en el marco de la suba de los valores de los distintitos títulos públicos durante los últimos meses, indica una alta confianza en la capacidad del gobierno de cumplir con sus compromisos en los años venideros.
Este plan de canje de deuda se produce en el marco de una política financiera que se enfoca hacia el retorno a los mercados de deuda con el objetivo de lograr la mejora permanente de la sostenibilidad de la deuda, un objetivo meritorio y necesario para mejorar la evolución de la economía argentina.
En este marco de mejoras en las condiciones de la deuda pública, resulta importante la intención del gobierno de volver a los mercados internacionales, para conseguir crédito externo para financiar los vencimientos, y evitar la utilización para ese fin, de recursos fiscales que podrán ser aplicados en la promoción de la economía y el gasto social.
Desde el Partido Solidario observamos que el FMI continúa aplicando fuertes condicionantes a los países emergentes, manteniendo una ideología que continúa sustentada en el Consenso de Washington.
Si bien resultan positivos los planteos realizados desde el G20 para modificar esas políticas, impulsados por nuestro país junto con otros emergentes como China y Brasil, dudamos que en el corto plazo cambie significativamente la orientación del FMI.
Por ello consideramos que los contactos con el Organismo Financiero Internacional deben realizarse con cautela y con la firme convicción de no aceptar ningún tipo de condicionamiento sobre las políticas implementadas por nuestro país.