Los destinatarios del ajuste

Ámbito Financiero | Opinión

De acuerdo con el Informe de Perspectivas de la Economía Mundial del FMI, dado a conocer la anterior semana, se proyecta una caída del PBI del 2,8% para nuestro país en 2024 (una visión optimista) y en este marco la tasa de desempleo llegaría al 8%, esto es 1,4 puntos porcentuales por encima del valor informado por el Fondo para el año pasado (6,6%).

Estas cifras repercuten en el día a día de los hogares y también reflejan lo que ocurre con el aparato productivo, que no deja de deteriorarse. Hasta la Unión Industrial Argentina (UIA) informó que en el mes de enero se agudizaron las caídas interanuales y es de esperar que esta tendencia se profundice en los meses siguientes.

El último dato de Utilización de la Capacidad Instalada de la Industria da cuenta de ello: se situó en el 57,6% en febrero. Es decir, casi la mitad de la capacidad industrial se encuentra ociosa. Hace un año la utilización era del 65%. Además, destaca la UIA, se observa “una agudización de las dificultades en el entramado productivo industrial, especialmente en las PyMES”, a lo que agrega que se registró un alto porcentaje de empresas con caída del empleo.

En particular, se publicaron datos del sector textil. Según una encuesta de la Fundación ProTejer, que abarca el primer bimestre del año, casi el 90% de las empresas del sector registró menores ventas en el mercado interno en relación con el mismo período del año anterior. Además, cerca del 70% de las mismas disminuyó su actividad en un 35% interanual. Como consecuencia de ello, más de la mitad de las empresas ya tomaron medidas que afectaron al empleo: cancelación de horas extra, cierre de turnos y no-renovación de contratos.

Los recientemente conocidos despidos o “retiros voluntarios” en algunas empresas, como Mabe, Bimbo o Toyota, son ejemplos de lo que ocurre en otros sectores de la industria. Es de prever que el menor poder de compra de la población y la contracción del mercado interno agudicen el deterioro productivo.

 

Fuerte pérdida en los ingresos

Según la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) informada por la Secretaría de Trabajo, los salarios se redujeron en términos reales un 25% en el mes de febrero, último dato disponible, con respecto a igual mes de 2023. En el acumulado entre diciembre pasado y febrero de este año, la caída real fue del 19,2%.

Los haberes jubilatorios también se encuentran en una situación de fuerte pérdida del poder adquisitivo. Los 3,5 millones de haberes mínimos que otorga el sistema de jubilaciones cayeron un 23% real en marzo de 2024, comparado con diciembre de 2023.

En este marco, resulta de vital importancia que se avance con la modificación de la ley para el cálculo de la movilidad previsional, un tema que se empezó a debatir en la Comisión de Previsión y Seguridad Social en la Cámara de Diputados la semana pasada. Los proyectos presentados por la oposición buscan mejorar los términos establecidos en el DNU del Poder Ejecutivo. El dictamen que firmamos los/as legisladores/as de Unión por la Patria (UxP), en particular, establece adicionar de forma permanente los $70.000 del bono que se otorgó en los meses previos. En cuanto a la actualización de los haberes, propone hacerlo a partir de la inflación, pero con un agregado, que consiste en conservar la actualización por la fórmula atada a la recaudación de la ANSES y al RIPTE. Si se concluye que dicha fórmula ofrece un aumento mayor, se aplicará la misma en el ajuste de haberes. Finalmente, y a diferencia del 12,5% que plantea el Gobierno a modo de compensación por la pérdida sufrida hasta ahora, los diputados de UxP planteamos un 30% de incremento en los haberes.

La revista Times acaba de señalar que el presidente Milei “no perdió tiempo” y que se embarcó en una “terapia de shock”. Habiendo pasado pocos meses desde su asunción, la realidad se encargó de demostrarles a los argentinos/as quienes son los “pacientes” que padecen ese “shock”.

En este marco, es imprescindible la acción del Parlamento y la movilización de la ciudadanía para hacer frente a las medidas de ajuste y desregulación, que apuntan a una transformación estructural de amplio alcance.

La reacción del Gobierno ante la manifestación que se realizará en todo el país para defender a las universidades y rechazar el ajuste, proponiendo un incremento insuficiente de partidas para la educación superior, deja en claro que cada vez le genera más incomodidad la resistencia del campo popular.

Nota publicada en Ámbito Financiero el 22/04/2024

Scroll al inicio