Debate de ideas o violencia

Perfil | Opinión

Este viernes se confirmó el acuerdo técnico entre las autoridades argentinas y el staff del FMI. Las primeras noticias de la mañana anticipaban que se habilitarían desembolsos equivalentes a unos U$S 7.500 millones. Además, el acuerdo mantiene el déficit fiscal previsto en el Presupuesto aprobado a fines del año pasado.

De este modo, el FMI reconoce los efectos de la sequía y permite correr del escenario electoral la inestabilidad producida en torno a las negociaciones y la incertidumbre con la que sacan rédito algunos especuladores.

En este marco, el gobierno implementó varias medidas tendientes a reforzar los ingresos fiscales y a fortalecer las Reservas Internacionales. Entre ellas, se estableció una alícuota del 7,5% del impuesto PAIS para buena parte de los bienes importados. Pero hay excepciones significativas: medicamentos, combustibles, lubricantes, bienes vinculados a la generación de energía, materiales para combatir el fuego e insumos y bienes intermedios que impactan en la canasta básica alimentaria. En tanto, bienes suntuarios, como autos de lujo, yates, embarcaciones, etc., seguirán pagando el 30% del impuesto.

Una novedad es que lo recaudado por las nuevas alícuotas tendrá asignación específica: el 65% de lo que ingrese irá al financiamiento de programas de la ANSES, el 5% al PAMI, el 9% al Fondo de Integración Socio Urbana, el 19,5% a obras de infraestructura económica y el 1,5% a fomentar el turismo nacional. Lejos de utilizar esos ingresos para cubrir el déficit fiscal, se los destinará a mejorar las condiciones de vida de los argentinos y las argentinas.

En tanto, la oposición de Juntos por el Cambio (JxC) y los libertarios hablan de bajar a cero y de modo veloz el déficit, cerrando empresas públicas que ellos consideran deficitarias, entre otras medidas de shock. Como siempre decimos: nosotros no somos partidarios del déficit, estamos en contra del ajuste. Lo que proponemos es desvincular ambos términos: no es necesario el ajuste para eliminar el déficit. Es posible lograrlo aumentando los ingresos. Por ejemplo, creando un tributo a las ganancias extraordinarias, aumentando la progresividad del Impuesto a las Ganancias, profundizando las acciones para terminar con la sobre y subfacturación y el contrabando, entre otras medidas.

Hay un punto sobre el que siempre volvemos: hay dos modelos de país y son antitéticos. Entre 2016 y 2019, cuando se aplicaron las políticas que JxC vuelve a proponer, cerraron 25.000 PyMEs y perdieron su trabajo un millón de personas, entre otras calamidades. En la actualidad, por el contrario, se siguen abriendo PyMEs, se continúa creando trabajo y la capacidad instalada en la industria alcanza su punto más alto desde el 2015.

Entre otras iniciativas, la oposición dice, de manera brutal, que va a “quemar el Banco Central”, o, de una manera más moderada, que le va “a prohibir emitir al Banco Central”, que es prácticamente lo mismo, porque una de las funciones más importantes del Banco Central es su capacidad de desarrollar política monetaria.

Recientemente, en un video en el que Patricia Bullrich aparece rodeada de un grupo de partidarios y partidarias, se afirma: “construyamos una Argentina en la que estemos todos menos Cristina”.

Un proyecto de resolución de la Cámara de Diputados de la Nación que acompaño expresa la “más enérgica condena y repudio a las expresiones que se producen en los actos proselitistas y luego se reproducen en las redes sociales que dan cuenta de cánticos violentos con la participación de la precandidata presidencial Patricia Bullrich junto a diversos dirigentes que hacen directa referencia a la aniquilación de la actual Sra. Vicepresidenta y dos veces Presidenta de la Nación Argentina, Cristina Fernández de Kirchner (…)”. El texto agrega: “las incitaciones al odio son incompatibles con la democracia y la paz social. Cuando el odio y la violencia se imponen sobre el diálogo y el debate de ideas, las sociedades se destruyen”.

Es la síntesis de la propuesta de JxC y los libertarios: ajuste, represión y violencia junto a la exclusión política de la actual Vicepresidenta y, en su nombre, de todo un sector político, social, sindical y cultural de la Argentina.

Nota publicada en Perfil el 30/07/2023

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