Perfil | Opinión
Por Carlos Heller
Durante la semana se conoció el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo según informó el INDEC: 5,1% mensual. No hay ninguna política económica que pueda funcionar adecuadamente con ese nivel de aumento de precios. Sin embargo, si bien la reducción es insuficiente, el hecho de que la inflación siga bajando parecería indicar que estamos yendo en la dirección correcta. Tuvimos un pico de 6,7% en marzo, luego una caída a un 6% en abril y, el mes pasado, un nuevo descenso a un 5,1%. La Argentina no ha optado por una política de freno brusco del aumento de los precios. Hay una historia de shocks antiinflacionarios que han tenido siempre un sesgo fuertemente recesivo. El gobierno busca bajar la inflación pero sin enfriar la economía.
En el informe de perspectivas económicas globales que elabora el Banco Mundial, se sostiene: “como agravante de los daños provocados por la pandemia la invasión rusa a Ucrania ha exacerbado la desaceleración de la economía mundial, que está entrando en lo que podría convertirse en un período prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación”. Agrega que “se prevé que el crecimiento mundial descienda del 5,7 en 2021 al 2,9 en 2022”. En la misma perspectiva, la OCDE estima que “el crecimiento del PIB mundial se ralentice bruscamente este año, hasta situarse en torno al 3%”.
Por el contrario, en ese escenario global en caída, tanto el Banco Mundial como la OCDE señalan que la Argentina crecerá en el 2022 más de lo que establecían las previsiones de diciembre.
Al mismo tiempo, el gobierno viene construyendo un mercado de deuda en pesos. Es sabido: no es lo mismo una deuda en moneda extranjera bajo legislación externa que una deuda en pesos con acreedores locales. Son dos tipos de endeudamiento diferentes. ¿Qué es lo que hace el gobierno a través de cada licitación? Al vencer un bono en pesos con acreedores locales lo renueva con otras colocaciones en pesos. Ésta viene siendo una política exitosa: si vencen cien, por ejemplo, se reciben ofertas por ciento cuarenta. ¿Qué sucede con esos cuarenta que exceden lo que se necesita para renovar lo que vence? Se utilizan para cubrir parte del déficit fiscal, por lo que también se reduce la emisión monetaria. Ello produce una situación en donde esta última va por detrás de la inflación y, por lo tanto, no puede ser la que la genera.
En la semana que pasó hubo un vencimiento de un bono por alrededor de 10 mil millones de pesos y algunos sectores habían instalado la versión de que el gobierno no iba a poder cubrirlo. Finalmente, se presentaron alrededor de 300 ofertas por aproximadamente 23 mil millones de pesos, de los cuales el Tesoro tomó 21.587 millones de pesos. En síntesis, consiguió el doble de lo que vencía: pudo atender el vencimiento y, además, le quedaron unos 11 mil millones de pesos que pasaron a integrar la masa de recursos que ayudan a reducir las necesidades de emisión para cubrir el déficit fiscal. El refugio más común ante la instalación de expectativas negativas en la Argentina es la moneda extranjera. El gobierno, desde que asumió, no generó devaluaciones bruscas o inesperadas. El tipo de cambio con el que el país realiza sus operaciones de comercio exterior ha venido evolucionando por detrás de la inflación.
En la Argentina actual, ni la emisión monetaria, ni el tipo de cambio, ni los salarios, ni las tarifas son promotoras de la inflación. ¿Cuáles son, entonces, las causas que la explican? Por un lado, la generación de expectativas negativas: mucha gente cree que algo va a suceder y, a partir de allí, toma medidas defensivas. Por otro lado, la falta o debilidad de las medidas para actuar sobre la puja distributiva.
El gobierno presentó también una serie de iniciativas orientadas al control de precios y al combate a la inflación, a resolver el faltante de gasoil, y a dinamizar las obras del gasoducto Néstor Kirchner, además de la segmentación de las tarifas de servicios públicos. También publicó el DNU de actualización del Presupuesto, ya que en su momento el proyecto de Presupuesto 2022 que el Poder Ejecutivo Nacional remitiera al Congreso fue rechazado por la oposición.
Vamos en la dirección correcta: trabajando para mantener el proceso de crecimiento y para aumentar los niveles de distribución e inclusión.