Ámbito Financiero | Opinión
Del pasado reciente surge una gran certeza: que el espíritu de las políticas a adoptar no puede ir por el lado del ajuste. Si hoy observamos una recuperación de la actividad económica importante es por la existencia de todo un conjunto de herramientas y regulaciones que fue desplegando el Estado nacional.
En su momento, los principales organismos internacionales advertían que los países en vías de desarrollo necesitaban varios años para recuperar los niveles de actividad perdidos en 2020. Se puede decir que la Argentina ya está en proceso de eliminación de esta brecha. El Estimador Mensual de Actividad Económica, por caso, arrojó para el acumulado de los primeros diez meses de 2021 un incremento interanual del 10,4%. Es decir, que los datos del cierre del año seguramente evidenciarán que se estaría cerca de recuperar el 9,9% de caída de 2020.
Siguiendo con los datos de la economía real, el índice de Producción Industrial de OJ Ferreres para noviembre registra un crecimiento de 0,3% respecto al mes anterior. El índice de OJF muestra además un crecimiento del 18% respecto a igual mes de 2019, y del 14% comparado con noviembre de 2018. Es decir que también se van recortando brechas de la anterior pandemia.
En este marco, la tasa de desocupación fue del 8,2% en el tercer trimestre 2021, la menor desde igual periodo de 2016. Aún queda mucho por hacer, y hay un gran margen para mejorar la calidad del empleo. Las perspectivas son alentadoras: sólo hay que permitir que la rueda virtuosa del crecimiento continúe girando, junto a la existencia de un Estado activo.
Cuando la oposición bloqueó la aprobación del Presupuesto 2022, lo que en última instancia estaba haciendo era dificultar la tarea de seguir avanzando con el proceso de recuperación actualmente en marcha. Desde luego que el país no se va a parar por eso. En el 2010 tampoco hubo Presupuesto por falta de quorum por parte del denominado Grupo A. La diferencia es que esta vez votaron en contra, estableciendo un precedente único desde la vuelta de la democracia.
A su vez, contar con el Presupuesto hubiera sido una herramienta favorable en la negociación con el FMI. De hecho, en el comunicado del organismo del 10 de diciembre, tras la reunión de los equipos técnicos, se dice que “un amplio apoyo” a nivel nacional sería fundamental. Una mención que difícilmente haya pasado por alto la oposición en el Congreso.
Se está avanzando en una postura soberana diciéndole al FMI: señores, nosotros tenemos este Presupuesto y el plan plurianual tiene que partir de las consideraciones de este Presupuesto. No obstante, la principal fuerza opositora volvió a mostrar que no duda en intentar condicionar a una gestión que está tratando de resolver los graves problemas que ellos mismos generaron.
Incluso, como dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán: “hubo una autocrítica” del FMI en la evaluación posprograma, en la que el organismo “reconoce que el programa de 2018 fracasó, no cumplió ninguno de sus objetivos”. Los directores apoyaron esta evaluación, pero , como sostiene Guzmán, “hubo algún caso en el cual, por parte de los accionistas, no se alcanzó una comprensión plena”. En una entrevista reciente, el funcionario también reafirmó la postura del gobierno, que tiene “el pleno interés en cerrar un acuerdo lo más rápidamente posible”, pero no de cualquier manera, sino basado en “un esquema de políticas macroeconómicas” que le permitan al Estado seguir en la senda de la recuperación y de la reducción de la inflación.
Existe hoy día una amenaza difícil de descifrar producto de la pandemia de covid-19. No obstante, dados los grandes avances que hay en el proceso de vacunación, considero que en 2022 se acentuará el crecimiento y las políticas de distribución, que los salarios van a estar unos puntos por encima de la inflación y que se verificará una mejora en la calidad de vida de la gente. Es decir, todo apunta a que será un año en el cual la ciudadanía va a empezar a percibir en su vida diaria que lo que votó en el 2019, dándole mandato a este gobierno, es lo que se ha empezado a materializar, incluso superando los problemas que generó la pandemia sanitaria.