Perfil.com | Opinión
La ex Presidenta repitió varias veces en los últimos años que haría todo lo necesario para que en el 2019 cambie el rumbo de las actuales políticas impulsadas por el gobierno de Cambiemos. También, que no tenía aspiraciones personales y que ocuparía el lugar que hiciera falta. En el video en el que anunció su candidatura a la Vicepresidencia de la Nación y la de Alberto Fernández a la Presidencia, recordó: “los dirigentes debemos dejar de lado ambiciones personales, y yo estoy dispuesta a aportar desde el lugar que pueda ser más útil”. Es decir: lo que ha afirmado en varias oportunidades es que el candidato es el proyecto.
Por eso, lo que Cristina Fernández de Kirchner ha hecho con su anuncio es cumplir con su palabra. Les ha propuesto a todos los argentinos y argentinas una fórmula presidencial que abre la posibilidad de la alianza más amplia y diversa posible para ganar las próximas elecciones y gobernar un país sumido nuevamente en una crisis de gran magnitud.
Lo más estratégico es, a la vez, lo más simple. El gobierno actual ha desordenado la vida de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas del país. Por eso, es necesario acelerar un proceso de unidad que convoque al más amplio arco de sectores sociales, económicos y políticos para impulsar, tras ganar las elecciones, un proyecto que les mejore la vida a las mayorías.
Para esa tarea, Alberto Fernández es el elegido. Se trata de un dirigente probado, el Jefe de Gabinete que secundó a Néstor Kirchner en el proceso de salida de la crisis del 2001 y uno de los protagonistas centrales del actual proceso de unidad. Es interlocutor de sectores que podrían ampliar el frente opositor y tiene experiencia acumulada en gestión de una crisis profunda como la que heredará el próximo gobierno.
Pero este anuncio, más allá de la conmoción política que produce, es un nuevo punto en una película que sigue. Seguramente la decisión de la fórmula presidencial ampliará y acelerará el proceso de unidad de este polo opositor y, tal como anunció el Presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja, todas las fuerzas que se vayan reuniendo integrarán pronto una nueva identidad para competir en las próximas elecciones. La candidatura de Alberto Fernández a la Presidencia abre la posibilidad de la conformación de una alianza más amplia. Es cierto: hay una contradicción entre la amplitud y la profundidad de los procesos políticos. Pero la virtud en la historia consiste en gestionar el equilibrio entre ambas dimensiones. Seremos tan amplios y tan profundos como sea posible en un proyecto cuyo objetivo es mejorarle la vida a millones de argentinos que han sido agredidos por las actuales políticas de Cambiemos.