Perfil | Opinión
Desde nuestra perspectiva, es muy importante la unidad de la coalición gubernamental. Si la salida de Martín Guzmán y el ingreso de Silvina Batakis al gabinete posibilitan el acuerdo interno y la consolidación del Frente de Todos, estamos en el buen camino. Además, no hay que exagerar la importancia de un cambio de ministros: en los regímenes presidencialistas, esos cambios son útiles para evitar, entre otras cosas, crisis mayores. Lo decisivo es si esta sustitución de funcionarios contribuye a distender las diferencias internas y genera un mayor apoyo político para la gestión gubernamental.
Más allá de la valoración del desempeño del ex ministro, tras su renuncia se abrió un proceso de debate interno e, inmediatamente, los principales dirigentes del espacio político acordaron el nombre de la reemplazante. Es decir: allí donde no había acuerdo, se abrió una instancia, por lo menos inicial, de consenso. Ello fue una respuesta a aquellos sectores de la oposición económica, política y mediática que intentan instalar la inestabilidad y trabajan activamente para producir un golpe de mercado.
La nueva ministra asume en un escenario complejo en el que deberá continuar profundizando las medidas antiinflacionarias y de redistribución de ingresos, entre otras políticas, en el marco de una alta concentración económica y un peso muy decisivo de los formadores de precios.
La cuestión de fondo, como ya hemos señalado muchas veces, es la distribución. Pero, también lo es el crecimiento: porque el tamaño de la torta es lo que determina lo que se puede distribuir. Por eso, no creo en las políticas “desarrollistas” que centran todo en el crecimiento. Tampoco en los eslóganes distribucionistas que se desentienden del crecimiento. La economía tiene que crecer y el resultado de esa expansión económica debe ser distribuido. Sin embargo, más allá de todo hay una prioridad irrenunciable: las urgencias de los sectores más vulnerables que han sufrido el fuerte ajuste del gobierno anterior. Si bien se implementan numerosos planes sociales —Tarjeta Alimentar, Potenciar Trabajo, Argentina Hace, Asignación Universal por Hijo (AUH), Asignación por Embarazo (AUE), entre otros— se trata también de profundizar un modelo de país que incluya, en el mediano y largo plazo a través del trabajo genuino, a aquellos que están en la base de la pirámide social.
Para lograr esos grados crecientes de inclusión formal es necesario trabajar sobre una serie de cuestiones. Por ejemplo, habría que avanzar en la política de sustitución de importaciones. Pero para muchos componentes que habría que sustituir no hay proveedores locales. Entonces, es necesario desarrollarlos. En nuestro país, más del 65% de las PyMEs necesitan de un proveedor externo porque no cuentan con esos proveedores locales. En paralelo, nueve de cada diez grandes empresas requieren de un insumo importado.
También es imprescindible avanzar en la diversificación de los sectores hoy concentrados. Ello demanda políticas de largo plazo para que pequeñas organizaciones empresariales, cooperativas y emprendimientos locales puedan crecer y hacerse competitivos con relación a las grandes corporaciones.
Lo anterior resulta muy difícil de lograr si no se resuelven los grandes problemas de la macroeconomía. Por eso, una de las primeras cosas que había que priorizar era una salida para el endeudamiento: ordenar la deuda, reduciéndola y difiriendo significativamente sus plazos de devolución.
Lo segundo que el gobierno está priorizando es la creación de un Mercado de Capitales en pesos para contar con recursos con los cuales financiar el déficit fiscal, hasta que el crecimiento económico y las modificaciones en la estructura impositiva nos permitan resolver ese déficit.
Todo lo que hay que hacer requiere de mucho poder político. Por lo cual, si los cambios que se produjeron en el gabinete van en la dirección de generar una mayor homogeneidad del gobierno, ello contribuirá a que éste último tenga mayor fortaleza para llevar adelante las políticas que la Argentina necesita.
Seguimos trabajando para consolidar el modelo de desarrollo con distribución e inclusión.