Respecto de los ingresos fiscales, durante el Encuentro Anual de Impuestos organizado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), el CEO de un grupo afirmó que “hay que combatir fuertemente la evasión; bajar 10 puntos (del 40% al 30%) resolvería el problema del déficit fiscal y resolvería muchos problemas”. Hay que decir que el gobierno trabaja intensamente en este frente, y viene avanzando, por ejemplo, en la detección de maniobras que van en contra de las normas en materia de comercio exterior y de otros impuestos, como por ejemplo el Aporte Solidario.

Analizando los temas de evasión y elusión en el resto del mundo, el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había dicho que “no es aceptable que 91 de las 500 mayores corporaciones del país pagaran cero en impuestos federales en 2019”. Queda claro que allí no hay un supuesto problema de confianza, sino que se trata de la búsqueda de mayor rentabilidad. En cuanto a nuestra región, la CEPAL estima que por evasión hay una pérdida de recursos de u$s325.000 millones anuales (6,1% del PIB).

Por eso, la primera reforma impositiva que hay que hacer es continuar mejorando la recaudación, evitar todo lo que se va por los canales ilegales, lo que se subfactura. También es preciso avanzar hacia una mayor progresividad. Todos estos temas se están discutiendo en los países centrales y en ámbitos como el G20.

Argentina no es una excepción. Aquellos que justifican la fuga de capitales al exterior por el motivo que fuera, y critican el sistema tributario argentino, parecieran olvidar que esos fondos son ganancias generadas en nuestro país, con lo cual, tan mal no les va produciendo en nuestra Nación.

La progresividad implica gravar en mayor medida a quienes mayor capacidad económica poseen y contemplar a los sectores que necesitan apoyo y alícuotas diferenciadas. Las buenas políticas deben tener la virtud de poder reconocer las diferencias.

Al hablar de progresividad no se está planteando que se paguen tributos sobre las pérdidas, sólo sobre las grandes ganancias y riquezas, principalmente, para que vuelvan al conjunto de la sociedad y pueda seguir girando la rueda del crecimiento con inclusión.

Nota publicada en Ámbito Financiero el 09/08/2021