Negar la herencia

Ámbito Financiero | Opinión

El argumento que presentó un sector de la oposición alrededor del pago de un vencimiento por 250 millones de dólares por parte de la Provincia de Buenos Aires (PBA) no posee mérito alguno, pero merece una reflexión porque pareciera que en algunos casos no se tiene en cuenta la gravedad de la situación que atraviesa la Nación. Me refiero en particular al llamativo posteo de un diputado del PRO, que publicó un tuit con la frase: “Kicillof (…), la plata estaba, sinwenwencha”.

Más allá de los términos utilizados, es interesante ver cómo se trata de distorsionar la realidad. Que la plata haya estado para hacer un pago concreto no significa que la situación financiera de la provincia no sea delicada en su conjunto. La herencia es imposible de ocultar. No sólo en materia de los pagos de la deuda, también de todo un conjunto de erogaciones necesarias en el frente social. Todo esto se ve agravado por un contexto de caída de la actividad y de los ingresos tributarios reales. Según informó el gobernador, en 2020 vencen servicios de la deuda por 220 mil millones de pesos, el 15% de los fondos de los que dispone la provincia.

El vencimiento de la PBA se produjo en un momento en que Argentina está iniciando la negociación de la deuda nacional. La provincia no pidió ni quita ni reestructuración de los plazos; lo que hizo fue pedir un corrimiento de noventa días del vencimiento (fue el 26 de enero), poco después de que estaría definida la propuesta de renegociación nacional según el cronograma presentado por el PEN. Ante la falta de adhesión mayoritaria, se propuso pagar los intereses anticipados por los noventa días del corrimiento propuesto, lo que indica que los acreedores no tendrían pérdidas. Luego de varios rechazos, no de todos los tenedores, sino de un fondo en particular (que posee alrededor de un 25% de las tenencias, e imposibilita llegar al objetivo del 75%), finalmente el Ejecutivo bonaerense decidió pagar.

Podría haber pagado menos si aceptaba las ofertas, (50% al contado y el resto en cuotas), pero sería inaceptable desde el punto de vista de la buena fe, y podría condicionar la negociación nacional. El pago fue una decisión soberana.

Se puede pagar un vencimiento específico, pero no la totalidad, porque la deuda es insustentable. Lo deseable es avanzar en la negociación sin entrar en default, ratificando el principio de buena fe en las negociaciones, y de paso evitar abonar un terreno fértil para los buitres.

Se destacó, además, la coordinación entre la PBA y la Nación, para no entablar una renegociación por separado hasta tanto no esté definido el marco más amplio de la deuda del país. Este será el esquema de referencia en el que irá a negociar el conjunto de las provincias endeudadas.

Luego, por supuesto, habrá que discutir a fondo la razonabilidad de que las provincias se endeuden en dólares. Por caso, en PBA sólo el 18,5% del stock de deuda al tercer trimestre de 2019 se encontraba denominado en pesos, el resto en moneda extranjera. Refleja que hay un problema grave de endeudamiento en dólares, sin capacidad de generarlos.

El proceso de la renegociación de la deuda es de una gran complejidad y refleja la enmarañada situación que dejó la anterior gestión en una cantidad de rubros. No es un trámite sencillo y las consecuencias tienen vital relevancia para el país. Si Argentina logra una reestructuración razonable, de buena fe, y se puede generar un ciclo de recursos volcados al crecimiento que luego permita pagar, entonces la perspectiva es una. Pero si entre los acreedores prevalece lo que vimos estos días, una actitud de intransigencia, entonces habrá una cuestión compleja por delante.

Si Argentina no resuelve el problema de la deuda difícilmente pueda discutir un Presupuesto viable, o tener un proyecto serio de desarrollo. El peso de la deuda es un condicionante absoluto para cualquier propuesta que se quiera llevar adelante. La aprobación casi unánime en el Congreso de la Ley de Sostenibilidad de la Deuda bajo legislación extranjera, y los importantes apoyos conseguidos en la reciente gira europea del presidente Alberto Fernández son señales que dejan lugar al optimismo.

Nota publicada en Ámbito Financiero el 10/02/2020

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