En el marco de las declaraciones del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, sobre los cambios en la legislación laboral que está estudiando el gobierno para después de las elecciones, Carlos Heller. diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires y presidente del Partido Solidario afirmó “la legislación laboral que flexibiliza el empleo en Brasil (que acaba de sancionar la gestión de Michael Temer) es un modelo de lo que puede ocurrir en Argentina”.
“La flexibilidad laboral que se aplicó en Brasil está demorada en nuestro país por el proceso electoral, pero lo que piden los inversores en Brasil, es lo mismo que piden en nuestro país. Las inversiones externas solo vendrán si le rebajan los impuestos y lo que ellos llaman «costos laborales», porque si no, ¿cuál es el negocio de invertir en un país con un mercado interno en declive y que cuenta con un 40% de capacidad instalada ociosa?”, afirmó Heller.
“La reciente reforma laboral aprobada en Brasil avanza sobre los derechos de los trabajadores, quienes están sufriendo un 13,7% de desocupación”, destacó el diputado. Y enumeró que las erróneas razones que se esgrimen para implementarla se basan en que «es preciso modernizar las relaciones de trabajo con nuevas modalidades de contratación sosteniendo que «la seguridad jurídica» y el combate a «la rigidez de las reglas limitan las inversiones y dejan al empleador receloso de contratar trabajadores».
“Similar a lo que proclama Macri al sostener que Argentina se rige por convenios del siglo pasado, sostuvo Heller. Y afirmó » que la reforma en Brasil sea un espejo de lo que se viene aquí no es solo una proposición futurista: ya tiene avances concretos, como los casos del famoso acuerdo con McDonald’s que ofrecía un sueldo de 4500 pesos y fue observado por la justicia y el convenio de Vaca Muerta, en el que se eliminaron beneficios para los trabajadores para supuestamente «alentar inversiones»”.
Por último, el diputado agregó el ejemplo de la presentación de la Asociación de Fabricantes de Autos (Adefa) al gobierno «que propone «la subdivisión del convenio colectivo por servicios» y «permitir el desarrollo de polivalencia entre puestos de trabajo y áreas», así como la «reducción de cargas sociales» y la búsqueda de una «mayor flexibilidad en la contratación de personal temporario». Las terminales quieren que el «tiempo de comedor no integre la jornada de trabajo» e implementar «banco de horas acumuladas en paradas/suspensiones para compensar horas extra».