Endeudamiento y ¿desarrollo?

Tiempo Argentino | Opinión

Por Carlos Heller


No es una novedad que las gestiones de Mauricio Macri son afectas al endeudamiento externo. Ya lo demostró en sus ocho años al frente de la Ciudad de Buenos Aires al casi cuadruplicar la deuda en dólares. Lo mismo está sucediendo en su gestión al frente de la República. Según los recientes datos de la evolución de la deuda externa publicados por el Indec, ésta creció un 6,9% en el primer trimestre de 2016 respecto al anterior trimestre. La principal fuente de endeudamiento provino del sector público por U$S 8.593 millones. Los desembolsos del préstamo puente para el BCRA, la colocación de títulos públicos de la provincia de Buenos Aires, y la compra de títulos públicos por no residentes son los principales motivos del alza.

A ese endeudamiento habría que sumarle las operaciones posteriores, los U$S 16.500 millones para el pago a los fondos buitre, unos U$S 3.000 millones de letras del Tesoro a corto plazo, más unos U$S 2.600 millones de endeudamiento de provincias.

A todo este endeudamiento debe agregarse el decreto Nº 797 de Macri para emitir deuda por unos $ 76 mil millones para pagar los juicios de los jubilados. En este caso es una deuda justificada, puesto que mejorará los ingresos de los jubilados y tendrá efectos directos sobre el consumo. Pero este decreto nos lleva a reflexionar. En la presentación de la Ley Ómnibus, que tiene media sanción de Diputados, se dijo que la exteriorización de activos era una fuente para estos pagos. Por lo visto, se podía resolver con otros instrumentos. Si los pagos derivados de la “Reparación Histórica” a los jubilados se realizarán con deuda, ¿desistirá el gobierno de vender las acciones de empresas privadas del Fondo de Garantía de Sustentabilidad? No parece, puesto que los diversos medios especializados vienen informando de tratativas con los mercados por parte del gobierno para vender esas acciones, que en varios casos serían recompradas por los dueños mayoritarios de las empresas involucradas. El decreto 797 refuerza lo que dijimos desde la presentación del proyecto de Ley Ómnibus: bajo un objetivo loable de pago a los jubilados, se colgaron proyectos cuyo único propósito es avanzar en el programa de gobierno de Macri: incrementar las recompensas al capital financiero y a los grandes grupos empresarios, incluidas las multinacionales, con el agravante de que además se otorgan grandes beneficios a quienes evadieron, sin contrapartida alguna para el país.

Comercio y competitividad

Se conocieron los números del balance comercial de mayo. El dato acumulado de los cinco primeros meses mostró un superávit austero, aunque las exportaciones crecieron en forma importante, en especial las de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario. Esta evolución obedece principalmente al descenso en los precios de los productos exportados, ya que si bien algunos vienen creciendo, es el caso de la soja, la totalidad de precios de nuestras ventas externas cayó en relación con igual período del año anterior. Las importaciones se redujeron, también afectadas por las bajas de precios. Pero hay un dato significativo y que no es muy conocido: medidas en cantidades (independientemente de la evolución de su precio) las importaciones de bienes de consumo aumentaron un 44% en mayo y un 21,3% si calculamos el acumulado en los cinco primeros meses, siempre comparados con igual lapso del año anterior. Los productos que componen este ítem están entre los principales competidores de la industria argentina. Consecuencias esperadas de la apertura comercial.

En este sentido, no dejan de alarmar los dichos del presidente de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), Paulo Skaf: “Estamos preparando una gran misión hacia Argentina. Los argentinos tienen preocupación, pero nosotros no pensamos apenas en venderles, podemos comprar más también, invertir más y recibir inversiones”. En verdad, los industriales de nuestro país están preocupados porque “si (los industriales brasileños) logran meter los excedentes de su producción, apalancada con subsidios y bajos costos salariales, será la ruina de la industria argentina y el derrumbe de los empleos”. Es un ejemplo concreto de una de las diversas formas en las cuales los problemas económicos de nuestro vecino y principal socio comercial afectan a la producción argentina. De la misma forma, las automotrices brasileñas están presionando para liberalizar el comercio sectorial. De aceptarse la propuesta, las automotrices argentinas podrían importar hasta 2 dólares de Brasil por cada dólar exportado hacia este país, cuando hasta el momento sólo pueden importar un dólar y medio por cada dólar exportado.

También activó las alertas la reciente reunión del G6, integrado por la asociación de bancos ADEBA, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, la Cámara Argentina de la Construcción, la UIA y la SRA.

En un comunicado, expresaron que los directivos de las entidades “admitieron que todavía será necesario encarar soluciones a problemas concretos vinculados con el empleo, la competitividad, el costo argentino y la preservación de las actuales fuentes de trabajo”. La historia de nuestro país ha demostrado en las últimas décadas que cada vez que las grandes entidades hablan del “costo argentino” o de la “competitividad” se están refiriendo a bajar los costos salariales. No es precisamente la forma de desarrollar el país, aunque es válida para incrementar las tasas de ganancia empresariales.

Apoyo de Macri a Rajoy

El presidente argentino tuiteó sobre la elección presidencial del próximo domingo en España: “El #26J es un día importante para los españoles. Éxitos a mi amigo @marianorajoy y que siga conduciendo a España por la vía del desarrollo”. Es un paso más en las relaciones que los funcionarios del PRO han venido cultivando en estos años con los líderes del Partido Popular. La razón de tales vínculos es la existencia de una visión compartida sobre los procesos económicos y políticos, y las medidas para encararlos.

Viene bien entonces listar cómo se encuentra España luego de cuatro años de gobierno de Rajoy y a punto de enfrentar las posibles consecuencias que sobre toda Europa tenga el reciente “Brexit” aprobado en el Reino Unido. Una encuesta de Metroscopía consultó a los españoles sobre cuál es el principal problema hoy en España. En primer lugar aparece el paro (desempleo) con el 78%, seguido de la corrupción con el 47,5 por ciento. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 29% de la población está con riesgo de pobreza o exclusión social. Según Cáritas hay un nuevo tipo de trabajador pobre: el 62% de la población que atendió ese organismo en 2014 era de barrios de clase media y el 53% trabajaba.

El desempleo registrado cae por primera vez desde 2010 gracias al empleo temporal. Sucede que España posee la mayor precariedad laboral de la Unión Europea, un 25,2% de sus trabajadores tienen contrato temporal. Según el Banco de España, la creación de empleo está “muy apoyada” en el tiempo parcial: en marzo se firmaron más de 400 mil contratos de sólo siete días, el 30% de todos los temporales. Además, la precariedad laboral hunde un 21% los aportes a la Seguridad Social. La receta de Rajoy: un mercado laboral para los jóvenes con contratos basura, de poca duración y con menos derechos. El acuerdo del actual gobierno macrista con McDonald’s encaja perfectamente dentro de este combo laboral español.

¿Será esta la “vía de desarrollo” que tienen en mente para Argentina tanto Macri como el G6 y otras organizaciones empresariales representantes de los grandes grupos económicos?

Nota publicada en Tiempo Argentino el 26/06/2016

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