Nuestra despedida a Agustín Lewit

Página/12 | Opinión
Por Juan Carlos Junio *

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El 25 de enero recibimos la noticia de la muerte de nuestro querido compañero Agustín Lewit.

Intentando asumir uno de esos golpes para los que nunca estamos preparados, quiero expresar en nombre de todos los compañeros y amigos de Agustín del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini nuestro sentimiento de amor, amistad e ideales compartidos.

La muerte de un joven intelectual comprometido con las luchas de su tiempo resulta siempre una pérdida irreparable.

En pleno crecimiento personal, profesional y militante, Agustín nos dejó muy temprano. También dejó en su corta vida un ejemplo y un legado que nos nutrirá en los tiempos por venir como colectivo cultural y político.

Agustín fue un ser íntegro y sensible, su compromiso activo en la construcción de una sociedad más justa vibraba en la elaboración de planes e iniciativas, y en las tareas y organización de encuentros y debates.

Su energía contagiosa daba cuenta de su inevitable rebeldía, mas no se trataba de una explosión irracional. Agustín manifestaba a menudo una irreverencia inteligente, reflexiva, siempre pasionaria y con una actitud repleta de convicciones que se derramaba generosa en sus análisis, en sus producciones periodísticas y con sus compañeros.

Con su decir afectuoso y claro, con su mirada sincera, su espíritu solidario de compañero y amigo, Agustín realizó un aporte valioso a la construcción de nuestro Centro Cultural, donde coordinaba el Area de Estudios Nuestroamericanos. Entre sus múltiples iniciativas, destacamos la coordinación del libro Del No al ALCA a Unasur. Diez años después de Mar del Plata, que constituye un invalorable aporte para entender un eje fundamental de disputa de época.

En este momento de tristeza profunda le hacemos llegar nuestro abrazo a su padre, a su compañera Luciana y a su pequeño hijo Simón.

Pero quisiéramos también sostener la memoria de nuestro compañero con la alegría de las siembras fértiles que él concretó, de los puentes tendidos, de la ternura entre nosotros, de las complicidades de las miradas y los abrazos compartidos mientras recorríamos el camino común en pos de los mismos sueños por la libertad y la igualdad.

Agustín, nuestro homenaje, que trascenderá este momento lacerante por tu partida, será continuar las batallas que libraste con coherencia y pasión, y seguir por la huella de tus actos y tus gestos siempre con la mirada puesta hacia las estrellas.

Te despedimos con un grito de compromiso y amor.

Agustín Lewit, presente.

* Director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.

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