Tiempo Argentino | Opinión
Las pymes tuvieron un gran protagonismo en la semana. Durante la conmemoración del Día de la Industria en Tecnópolis, la presidenta Cristina Fernández exhortó a los integrantes de la UIA a que no se olviden de que «tenemos que seguir sosteniendo las pymes que son las verdaderas generadoras de la riqueza y del empleo de la Argentina.»
En tanto, en otro acto conmemorativo, el 2 de septiembre Daniel Scioli expresó ante representantes de la mediana empresa: «Aspiro a ser el presidente pyme, porque las pymes son el corazón del tejido social y productivo del país.»
Del discurso de Cristina deseo citar principalmente una frase que refleja el impacto de estos 12 años: «Lo más importante es el cambio cultural que hemos logrado instalar en la sociedad argentina, que la industria es fundamental y que sin ella no hay país, no hay Nación y no hay futuro.»
En las filminas presentadas se detalló claramente el crecimiento del 92% de la industria argentina entre 2003 y 2014, con un promedio anual del 5,6%, cuando entre 1996 y 2002 la industria estuvo siete años cayendo (un 3,4%, en promedio). Porcentajes similares se dan con el empleo industrial.
Para poner en contexto este crecimiento, cabe citar que la participación de la industria en el PIB de Argentina es del 19,5%, cuando en México llega al 16,7%, en Brasil al 10,8% y en Chile el 10 por ciento.
En las diapositivas también se mostró que las manufacturas de origen industrial (MOI) aumentaron la participación en las exportaciones totales, del 26,9% en 2003 al 33,6% en 2014, cuando en la mayoría de los países de nuestra región dicha proporción se achicó, es decir, se reprimarizaron, lo que da una clara idea de la característica diferencial del proceso económico argentino.
Cristina Fernández afirmó que «quedan muchísimas cosas por hacer, porque hemos tenido décadas y décadas de ir para atrás», para luego resaltar: «Esto es lo que les pido a los argentinos: no volvamos para atrás como el cangrejo, (que) los argentinos sigamos caminando para adelante, en este camino de la reindustrialización de agregarles ciencia e innovación a nuestras empresas.»
A una semana del lanzamiento de siete medidas para la inclusión de las pymes en el mercado de capitales, el Ministerio de Economía anunció la creación del Consejo Consultivo de la micro, pequeña y mediana empresa, para constituir un espacio institucional de intercambio entre el sector público y los representantes de las pymes para el análisis, diseño e implementación de políticas orientadas al sector. Se crea también la Defensoría Pyme, orientada a documentar las denuncias de arbitrariedades por parte de otras empresas, como incumplimientos de contrato o abusos de posición dominante, entre otras, y se prevé una rápida mediación para la resolución de estos conflictos. Por último, habrá nuevos canales de comercialización para productos regionales argentinos, para favorecer el acceso de pequeñas y medianas empresas a los canales masivos de comercialización. Estos cambios resultan auspiciosos, y dejan bien en claro la necesidad de continuar con la profundización del proceso iniciado en 2003; teniendo en cuenta que su funcionamiento efectivo dependerá del próximo gobierno nacional. No es lo mismo que llegue «Scioli presidente pyme» que Macri con su eslogan «Argentina supermercado del mundo», y su plan «pasta y galletitas» para todos.
Ganado y buitres
El canciller Héctor Timerman se refirió a la reciente resolución de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que obliga a EE UU a aceptar productos cárnicos de nuestro país. Según el canciller, «fue recibida con mucha alegría por parte del Gobierno, de la sociedad argentina». Pero también alertó que «organizaciones ganaderas (estadounidenses) y los fondos buitre conforman la mayor organización de lobby, llamada ATFA (American Task Force Argentina)». Explicó que «ahí están todos unidos en un solo fin: que la Argentina no pueda exportar carne a los EE UU y que no haya una salida justa y legal al conflicto de la deuda externa».
Cabe citar que destacados miembros de la ATFA son la «National Grange», una especie de Sociedad Rural del país del norte, y la «Asociación de Ganaderos de Estados Unidos». En el año 2008 apoyaron la prohibición de la importación de carne argentina en el Congreso de Estados Unidos y a mediados de 2014 hicieron lobby para que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) se retractase de haber declarado a la Patagonia argentina libre de aftosa.
En una entrevista de La Nación, la economista Diana Mondino se refirió a este tema expresando: «La OMC le pidió a Estados Unidos que nos deje exportar, fantástico, el tema es que nuestro gobierno no nos deja exportar a Estados Unidos», invirtiendo la carga de la prueba. En otro pasaje, al ser consultada sobre si los buitres son necesarios para la economía mundial, respondió: «Cambiémosle el nombre de buitres y sí (son necesarios).» Para Mondino, «el holdout es un señor que en una negociación sacó sus estimaciones legales y llegó a la conclusión de que le convenía comprar» y los definió como «los cartoneros de las finanzas: ¿por qué no van a ser necesarios?», insistió. Cabe preguntarse si la ATFA publicará esta entrevista en su portal.
Continuando con los sincericidios, esta vez le tocó a Oscar Aguad, quien dijo a Radio 10 que la gestión del kirchnerismo «es un ejemplo de lo que la Argentina no debería seguir», con lo cual lleva a poner en duda las promesas de su coalición, Cambiemos, de mantener algunas de las políticas implementadas a partir de 2003. El propio nombre de la agrupación lo dice, plantean un cambio total, que arrasará con los beneficios de la población. No obstante, en sus recientes giras electorales en el motorhome, Mauricio Macri siguió prometiendo que mantendrán la Asignación Universal por Hijo, cuando el archivo muestra que la criticó ácidamente. Archivo que también muestra que, antes de ser electo alcalde por primera vez, prometió «no aumentar los impuestos», y en parte cumplió, porque con respecto al ABL no aumentó la tasa, sino que incrementó astronómicamente el valor fiscal de las propiedades. Tecnicismos en los que no incurren en las campañas electorales.
Reduciendo desigualdad
Hasta el FMI, que no se ha caracterizado por simpatizar con el proyecto de país construido en los últimos 12 años, ha dejado en evidencia los avances concretos en temas cruciales como la distribución del ingreso. En una reciente publicación del organismo, Finanzas y Desarrollo, se incluye un artículo elaborado por una reconocida académica, Nora Lustig, que presenta datos que posicionan a Argentina como el tercer país de la región (luego de Bolivia y Nicaragua) donde más cayó la desigualdad entre 2000 y 2012.
Para Lustig, el principal motor regional para la redistribución del ingreso regional fue, en un 60%, la mayor equidad que se generó al interior del segmento asalariado, en tanto que en un 20% se explica por el efecto de las transferencias de los gobiernos, y el 20% restante por otros motivos. Esto tiene implicancias importantes a la hora de pensar la política económica a futuro, tanto en Argentina como en la región (la de mayor índice de desigualdad del mundo pero también la que más lo redujo), más si se observa que «el número de mil millonarios latinoamericanos aumentó en 2014 más rápido que en ningún otro lugar», según Lustig. En primer término, porque nos habla del rol clave que posee la inversión social, que debe ser preservada del avance conservador. Y, en otro plano, porque nos muestra el espacio inmenso que existe para seguir distribuyendo ingresos, teniendo en cuenta que los sectores de mayores recursos no parecen haber sido los que más aportaron a este proceso. «
Artículo publicado en el diario Tiempo Argentino el domingo 6 de Septiembre de 2015.