En el inicio de las Jornadas Monetarias y Bancarias 2014 del BCRA, su presidente, Alejandro Vanoli, se refirió a las expectativas en la economía a fines de septiembre y principios de octubre, cuando «muchos de los actores económico-financieros trataban de provocar incertidumbre», amparados en las noticias negativas del entorno internacional, y con la incertidumbre adicional que creó el fallo judicial en los Estados Unidos.
Informó que «en estas pocas semanas es muy satisfactorio ver cómo se recuperaron los depósitos minoristas en casi $ 3000 millones (y) se recuperaron las reservas internacionales en U$S 800 millones», para luego comentar que se desalentó la expectativa vinculada con las actividades ilegales en el mercado cambiario.
El funcionario reflexionó sobre cómo desde los sectores que hablan muchas veces de la necesidad de respetar las instituciones y las leyes, se presentan los necesarios controles «como un atropello, cuando lo único que hace el Estado es hacer por los medios legales cumplir la ley».
Estos importantes resultados se han obtenido por las distintas regulaciones de varios organismos del Estado, que han restringido las operaciones especulativas e ilegales, así como han incrementado la oferta de divisas al mercado. Hay que considerar que la sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones, al igual que los altos valores a los que llegó el llamado contado con liquidación, agudizan los problemas estructurales de la restricción externa. Y sobre ellos se está trabajando.
La AFIP denunció maniobras elusivas con el «contado con liqui» por parte de muchos operadores que compraron en el momento más álgido a precios cercanos a los $ 14, y –como es obligatorio– lo contabilizaron al tipo de cambio oficial en sus libros, asentando una pérdida que les redujo el monto a pagar del Impuesto a las Ganancias.
De allí que la AFIP sacó una resolución por la cual dicha pérdida no se podrá deducir del tributo; su titular, Ricardo Echegaray, comentó que esta pérdida «no cumple con los requisitos necesarios para ser deducible del Impuesto a las Ganancias, ya que no se encuentra vinculada con la obtención, mantenimiento ni conservación de ganancias gravadas» (Tiempo Argentino, 20/11/14).
Otra entidad oficial, el Banco Nación (BNA), comunicó a sus clientes agropecuarios que solamente podrán acceder a las financiaciones ofrecidas por el banco aquellos productores sojeros que demuestren no contar con existencia de granos.
La medida es un incentivo para que los productores vendan el grano, y de esa forma ingresen las divisas demoradas, pero también está vinculada con el cumplimiento de las funciones crediticias del BNA, puesto que debe orientar los recursos a los productores que los necesitan, con el fin de fomentar y facilitar la producción de la próxima cosecha, maximizando el beneficio social. Quien retiene el grano tiene un activo fácilmente convertible en efectivo, lo que indica que no requiere asistencia crediticia.
Siguiendo con las medidas, el lunes 17 se publicó en el Boletín Oficial un decreto de la Jefatura de Gabinete por el cual se crea la Unidad de Seguimiento y Trazabilidad de las Operaciones de Comercio Exterior.
Resulta interesante detenerse en las razones expuestas para la creación del organismo, que se considera que colaborará en asegurar la estabilidad macroeconómica. Se hace notar el incremento de la magnitud del comercio exterior, que ha crecido sistemáticamente en el período 2003-2013, un mercado en el cual las empresas multinacionales participan en aproximadamente el 68 por ciento.
Se cita además que la AFIP detectó «diferentes casos de sobrefacturación de importaciones, subfacturación de exportaciones y precios de transferencia que disminuyen el monto de impuestos a pagar en la República Argentina promoviendo al mismo tiempo sistemas encubiertos de transferencias de divisas, afectando de este modo la calidad de vida del pueblo argentino mediante maniobras delictivas».
La Unidad tiene por objeto verificar el precio y la cantidad de los bienes y servicios exportados e importados por el país, conjuntamente con el ingreso y el egreso de divisas. Estará presidida por el jefe de Gabinete o por quien este designe, y funcionarios designados de varios ministerios, reparticiones oficiales y reguladores financieros, invitándose a participar en la Procelac.
Es un gran paso hacia la transparencia del sistema de comercio exterior argentino, y su accionar debería beneficiar a los productores más pequeños, además de impulsar el combate a las maniobras de evasión impositiva y lavado de dinero.
La crónica de los hechos resulta vertiginosa, pero es que así ha sido también la respuesta del gobierno para desactivar las expectativas de devaluación, a través de políticas de transparencia, control, fiscalización y acuerdo con los sectores involucrados, como en el caso de los exportadores de granos. Acciones que fortalecen este proyecto político, económico y social para sostener el crecimiento con una mejora en la distribución del ingreso.
LOGROS INTERNACIONALES. El resultado para la política internacional argentina de la cumbre del G-20 en Brisbane fue muy bueno. Los representantes de nuestro país resaltaron el consenso generado en el seno del G-20 respecto de la problemática de la deuda y la necesidad de actuar coordinadamente, llevando adelante acciones que permitan alcanzar una solución al accionar predatorio de los buitres.
En el documento final de la cumbre hay una mención explícita, donde se da la bienvenida al «progreso realizado para el fortalecimiento de los procesos de reestructuración de deuda soberana ordenados y previsibles», mientras que en los temas de acción futura los líderes expresaron su beneplácito al trabajo internacional sobre el fortalecimiento de las cláusulas de acción colectiva y pari passu. Esta es una importante definición política, aunque la estrategia adoptada sólo resuelve las nuevas emisiones, pero no afecta a la gran cantidad de deuda ya emitida, que oscila en los U$S 900 mil millones.
Sobre este tema, el ministro Axel Kicillof comentó que el problema de los fondos buitre es aun una amenaza para quienes hayan emitido deuda con cláusulas pari passu y requiere una solución global. Es una posición coincidente con el camino surgido en la ONU, cuya Asamblea General decidió elaborar y aprobar, con carácter prioritario, un marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de la deuda soberana con miras a aumentar la eficiencia, la estabilidad y la previsibilidad del sistema financiero internacional, y lograr un crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo, y el desarrollo sostenible.
Con respecto a los resultados globales de la Cumbre de Brisbane, el Ministerio de Economía indica que el comunicado final recoge muchas de las posiciones y temáticas en las que Argentina ha sido pionera y ha continuado impulsando a lo largo de los años en ese foro. Por ejemplo, el G-20 señala que es necesario implementar políticas económicas que respalden «el desarrollo y el crecimiento inclusivo» y ayuden «a reducir la desigualdad y la pobreza», así como también se refiere a la necesidad de incrementar el crecimiento mundial ante la débil recuperación de la economía global y la persistencia de los altos niveles de desempleo.
En este sentido, Kicillof comentó en el cierre de las Jornadas del BCRA que los líderes del mundo hablaron de la pérdida de 33 millones de puestos de trabajo que no se recuperarán antes de 2018 y expresó que «por primera vez se observa que en el seno del G-20 empieza a tomar fuerza la idea de que para sacar al mundo de la mediocridad» (es decir, el errático y débil crecimiento) se deben implementar «políticas de expansión de la demanda agregada», dado que «es el Estado el que tiene que aparecer con la estimulación de la demanda», un proceso que también incluye la creación de empleo.
En similar sentido se expresó el Papa Francisco en la FAO, al expresar que «la lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la ‘prioridad del mercado’ y por la ‘preeminencia de la ganancia’ que han reducido los alimentos a una mercancía cualquiera, sujeta a la especulación, incluso financiera».
Son enfoques opuestos a los programas de ajuste impuestos por el FMI, lo cual no necesariamente implica que estos últimos sean abandonados en un futuro cercano.
Se va acercando el fin de año, y luego de esta cumbre ya hay elementos suficientes para evaluar que los logros obtenidos por Argentina en el escenario internacional han sido excelentes. Si bien hay que seguir lidiando con el fallo Griesa, extemporáneo e injusto, la estrategia decidida por el gobierno en este tema sirvió para estrechar y mejorar la calidad de los vínculos internacionales que Argentina comenzó a cultivar desde 2003, y que derivaron en una fructífera relación con el resto de los países, en especial con los que más se parecen a nosotros, nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños, y el resto de las naciones en desarrollo.
Artículo publicado en el diario Tiempo Argentino el domingo 23 de noviembre de 2014.