“El voto a partir de los 16 años amplía la base social de nuestra democracia. Se trata de una nueva política de inclusión que permite que los argentinos podamos seguir construyendo una sociedad más justa y participativa”, explicó esta tarde el diputado Carlos Heller, presidente del bloque del Frente Nuevo Encuentro, durante la sesión en la que se trató el proyecto de voto optativo para los mayores de 16 años.
“Hoy estamos legislando para crear una ventana de oportunidad, como sucedió en ocasión del debate sobre el matrimonio igualitario. Creemos que la participación juvenil en política conduce a una sociedad de adultos más comprometidos”, reflexionó Heller.
“En Argentina son los jóvenes los que están generando sus propios canales de participación, son ellos los que se volcaron masivamente a la militancia durante esta última década de revalorización de la política que tiene su inicio en el cambio de rumbo que propuso Néstor Kirchner en 2003. Esta ampliación de derechos tiene que ver con esa renovada sensibilidad que anida entre muchos de nuestros jóvenes, que tienen un profundo interés por informarse, saber, opinar y participar en política”, completó Heller.
El diputado puso el voto joven en un contexto regional: “Argentina no es el único país del mundo que debate el voto de jóvenes de entre 16 y 18 años. Tampoco es el único de la región. En Brasil, Nicaragua, Ecuador y Cuba ya hay leyes que lo permiten y en Uruguay, Chile, Bolivia y Venezuela debaten actualmente iniciativas similares. En Brasil, se puede votar al presidente a partir de los 16”.
Por su parte, su compañero de bancada, el diputado nacional Juan Carlos Junio sostuvo que “esta iniciativa también es un homenaje a todos los jóvenes que vieron sus vidas truncadas, víctimas del terrorismo de Estado impuesto por la dictadura más feroz que haya gobernado nuestro país. Es un reconocimiento a esos jóvenes que estaban profundamente comprometidos con la vida política, que se rebelaban frente a la injusticia y las arbitrariedades y soñaban con una Patria emancipada”.
Para el legislador, “esta notable ampliación de derechos para una generación que tiene voluntad de participar le da sentido a la democracia y es una iniciativa transformadora de carácter político pero también de carácter cultural”.
“Los legisladores tenemos la obligación de discutir y aprobar leyes contemporáneas a los fenómenos sociales y culturales. Hoy los jóvenes se acercan otra vez a la política y la revalorizan y nosotros tenemos que acompañar ese proceso”, concluyó Junio.