La consolidación de la gestión estatal

Continuar recuperando para el Estado capacidades que son estrictamente de su competencia indelegable e insustituible» es una frase de los fundamentos del proyecto de expropiación de la Compañía de Valores Sudamericana, que esta semana fue ley.

soberanicc81aResulta interesante el concepto para ir analizando cómo se avanza por este camino, que significa ir desarmando el andamiaje estructural de los noventa, que todavía persiste y que aparece en distintos frentes.
La emisión de moneda es una de las principales potestades de un Estado soberano; a fin de ejercerla plenamente, se decide declarar de utilidad pública y sujeta a expropiación a la Compañía de Valores Sudamericana, la empresa que posee el único establecimiento, según los fundamentos del proyecto elevado por el PEN, «con la capacidad técnica suficiente para el proceso de impresión de billetes imprescindible para la circulación monetaria», y que actualmente se encuentra en un proceso de quiebra muy complicado.
Con la reciente sanción de la ley, se recupera esa potestad y se avanza un paso más en la reconstrucción de un Estado desmantelado en sus funciones económicas y de producción en los noventa, lo que constituye toda una batalla ideológica y cultural que debe darse en todos los frentes.

Porque, a cada paso que se avanza en este sentido, surgen las objeciones de aquellos nostálgicos del neoliberalismo.
Entre esos comentarios es habitual encontrar críticas a la evolución de la base monetaria, por distintos motivos, ya sea intentando responsabilizar a esta variable por el ritmo inflacionario, ya señalando un «descontrol» de los gastos de un Estado que recurre a la autoridad monetaria para su financiamiento, o preocupados por la relación entre la base monetaria y las reservas internacionales.

Salvo la teoría de la inflación causada por motivos exclusivamente monetarios, que siempre ha estado presente en los comentarios de los analistas ortodoxos, las otras dos observaciones se han intensificado luego de la aprobación de las modificaciones a la Carta Orgánica del Banco Central y de la Ley de Convertibilidad. En el caso de los límites para prestar al gobierno, en la última normativa se permite que «con carácter de excepcional y si la situación o las perspectivas de la economía nacional o internacional así lo justificaran, podrán otorgarse adelantos transitorios por una suma adicional equivalente a, como máximo, el diez por ciento (10%) de los recursos en efectivo que el gobierno nacional haya obtenido en los últimos doce meses», límite que aún está lejos de ser utilizado en su totalidad. Es una norma que le otorga a la autoridad monetaria un rol más relevante en el acompañamiento de las políticas implementadas por el Poder Ejecutivo.

Otras observaciones se enfocan en que la base monetaria crece más que las reservas internacionales. La nueva normativa le confiere al BCRA la facultad de determinar el nivel de reservas de oro, divisas y otros activos externos necesarios para la ejecución de la política cambiaria, tomando en consideración la evolución de las cuentas externas. Porque esta es la utilidad de las reservas internacionales, sostener un nivel suficiente para que el Banco Central pueda mantener una flotación administrada del tipo de cambio, teniendo en cuenta los futuros saldos del comercio exterior y, en forma más general, de la cuenta corriente cambiaria.

El respaldo de la moneda nacional va a estar dado por la evolución de la economía en general, la reducción al mínimo de la tasa de desocupación y la potencialidad de la producción para generar un desarrollo económico con equidad para el país. Esta idea la venimos sosteniendo desde siempre, ya que en el movimiento cooperativo de crédito hemos comprobado a través de nuestra historia esta íntima vinculación entre el éxito de las empresas, el éxito del país y la fortaleza de su moneda. Es, sin duda, una visión totalmente opuesta a la de la economía ortodoxa.

En este punto cabe mencionar que apareció, en varios medios, el último puesto que obtuvo Mercedes Marcó del Pont en un ranking de eficiencia de presidentes de bancos centrales del mundo, elaborado por la revista Global Finance. En realidad, puede considerarse un halago para Marcó del Pont esa calificación, pues esta revista mide la eficiencia en cumplir con todas las variables que hacen a un Banco Central independiente del Poder Ejecutivo, principalmente preocupado por la inflación. También se califica el cumplimiento de las metas de crecimiento económico y la estabilidad; en estos dos últimos puntos, Mario Dragui, presidente del Banco Central Europeo, debería tener un aplazado, pero obtiene una nota alta cuando Europa está por derrumbarse, lo cual evidencia que es una calificación puramente ideológica.

De allí que a partir de las medidas que se están tomando por la aplicación de la nueva Carta Orgánica, como la orientación del crédito a través de la línea para inversión productiva, es lógico que Marcó del Pont obtenga la peor nota, máxime teniendo en cuenta que impulsó el cambio de objetivo del BCRA cuando fue legisladora.

Otro de los andariveles por los cuales la gestión estatal está haciendo diferencia es en el sector de hidrocarburos.
Se adelantó una parte del plan de YPF para los próximos cinco años que será detallado próximamente. El pasado jueves se anunció la puesta en marcha en el corto plazo de acciones concretas en provincias que eran consideradas «no petroleras». Se perforarán 25 pozos de estudio (considerados exploración de frontera), con objetivos convencionales y no convencionales. Es, sin duda, un punto de inflexión ya que luego de muchos años YPF vuelve a la exploración de alto riesgo, con lo cual «YPF está subiendo la apuesta», según comentó Miguel Galuccio al presentar los resultados del Plan Exploratorio Argentina. En el marco de esa presentación, el presidente de la petrolera adelantó: «Estamos planeando perforar 250 pozos exploratorios entre 2012 y 2016» y «esperamos terminar 50 pozos exploratorios en 2012».

También se volvió a poner de manifiesto el interés de empresas privadas por asociarse con YPF, demostrando que el sector privado está viendo potencialidades en el desarrollo futuro de la nueva YPF.
Más allá de la importancia de estas asociaciones con capitales privados para acercar los necesarios recursos para impulsar los proyectos, sería interesante pensar en una YPF más integrada con las otras petroleras estatales de Latinoamérica, que son de gran envergadura, trabajando asociadas para combinar dos aspectos importantes para la región y que nuestro gobierno ha priorizado: el nuevo estilo de integración y el mayor interés por la producción estatal de hidrocarburos.

Por eso hay que seguir fortaleciendo los proyectos de integración energética entre países, como el que se firmó con Venezuela hace poco. Creo que habría que enfocarse en ampliar este tipo de acuerdos, porque permitirían solucionar cuellos de botella estructurales, potenciar las sinergias y profundizar los lazos con un horizonte más perdurable.

Artículo publicado por Carlos Heller en Tiempo Argentino Domingo 26 de Agosto de 2012.

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