La oposición critica la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central diciendo que el gobierno saqueará las reservas. Este argumento del no pago de deuda externa con reservas viene desde el conflicto con Redrado, cuando el entonces presidente del BCRA se negó a transferir dinero al Fondo del BIcentenario en enero del 2010.
Creo que lo que no se está teniendo en cuenta es que la deuda externa hay que pagarla con divisas y que si no se paga con reservas, no queda otra que pagarla con ajustes o tomando nueva deuda, para lo cual habría que someterse nuevamente a las normativas de los organismos financiaros internacionales.
Lo que tampoco dicen quienes sostienen esa postura es que el Banco Central tiene sus reservas colocadas prácticamente a cero rendimiento y que al cancelar deuda con altas tasas de interés, se está mejorando la situación del país. Pareciera que creen que el Banco Central es otro país, que no forma parte de las instituciones de la Nación. Porque en definitiva, el Banco Central de la República Argentina utiliza parte de sus reservas para hacer que el Estado nacional de todos los argentinos deba menos. Así de sencilla es la cuestión.
La experiencia de los últimos años nos ha demostrado que la constitución de reservas está estrechamente vinculada al comercio internacional. Si la Argentina mantener una política en la cual se exporte más de lo que importa logrando saldo comercial favorable, seguirá teniendo capacidad para reponer reservas, tal como lo ha hecho desde el 2003 en adelante.
No podemos analizar las políticas aisladamente, todas las medidas adoptadas por el gobierno están vinculadas. Me refiero, en este caso particular, a la política de sustitución de importaciones.
Lo cierto es que si la Argentina reduce su deuda, paga menos intereses, mejorando así el presupuesto y liberando recursos para destinar a otros programas. Se trata ni más ni menos que de una política completamente distinta que la que se aplicó antes del 2003.