La semana pasada estuvo Mercedes Marcó del Pont en el Congreso presentando la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central. Contrariamente a lo que se quiso instalar –esto de que sólo informaría y se retiraría-, la titular del BCRA presentó el informe y se quedó tres horas y media contestando preguntas. Esto no quiere decir que las respuestas hayan dejado a todos satisfechos, porque eso ya depende de la ideología y los posicionamientos políticos de sus interlocutores, pero fue muy interesante que así sucediera.
Desde mi punto de vista en el proyecto hay una cantidad de cosas que tienen que ver con el espíritu de nuestra Ley de Servicios Financieros. Incluso se han aceptado aportes nuestros que fueron agregados, como por ejemplo que dentro de las obligaciones del directorio se puedan establecer políticas diferenciadas orientadas a las pequeñas y medianas empresas y a las economías regionales. Otro punto que también pedimos y se afectó, es que el desarrollo de la extensión de la red de sucursales pretenda ampliar la cobertura geográfica del sistema, atienda las zonas con menor potencial económico y menor densidad poblacional y promueva el acceso universal de los usuarios a los servicios financieros.
Desde nuestro bloque creemos que es una buena reforma a la Carta Orgánica y que devuelve al Banco Central funciones y capacidades para que su directorio pueda impulsar medidas de regulación y orientación del crédito, de fijación de tasas, incluso hay un capítulo de defensa de los derechos del usuario que tiene el espíritu de nuestro proyecto. Es que esta reforma incluye muchísimos de los cambios que venimos instalando y debatiendo hace dos años.
Sin embargo seguimos sosteniendo, como una cuestión de principios, que derogar la Ley de Entidades Financieras de la dictadura es una asignatura pendiente, y vamos a seguir trabajando en ese sentido. Lo que vamos a hacer es presentar un nuevo proyecto que tenga en cuenta los avances producidos con al reforma de la Carta Orgánica pero que además contemple los cambios que creemos que todavía faltan, manteniendo nuestra idea base del Servicio Público.