Lo que pasa en Europa es cada vez más preocupante. Ahora es Italia el país que tiene que achicar gastos, unos 79 mil millones de Euros para equilibrar las cuentas del estado.
Efectivamente, Grecia era más chico, Portugal era más chico, Irlanda era más chico. Italia ya no es tan chico, y por allí sobrevuela la duda sobre cómo es la situación en España y en Estados Unidos.
Italia tiene, en este momento, un endeudamiento del 120% del PBI, es decir que debe 1.2 de todo lo que produce en un año. Cuando se llega a estos niveles de endeudamiento es insoportable, entonces ¿qué hacen? Lo de siempre, recortar los gastos de salud, congelar pensiones, adelantar las jubilaciones, hacer que los jubilados empiecen a pagar las consultas médicas, ¡justamente los sectores que más van al médico!
Uno podría decir que es casi una radiografía, una síntesis, del fracaso global de la aplicación de las políticas neoliberales, con las que siguen insistiendo. ¿Por qué? La respuesta es otra pregunta ¿por qué no?, si son sus intereses. Quién gana y quién pierde no es un problema, los acreedores siempre ganan y las pérdidas se resuelven ajustándole a los sectores más débiles la economía.
Los problemas que hay en Europa no se pueden resolver sin una quita de la deuda a los países, pero para eso tienen que perder los bancos acreedores. Y los bancos acreedores son los que monitorean y deciden las políticas. El mayor tenedor de bonos de la deuda griega es el Banco Común Europeo. Si ellos asumen que hay que hacer una quita, asumen que tiene que perder. Es por ello que prefieren que pierdan los jubilados, los maestros, los trabajadores públicos y no los inversores capitalistas del centro de Europa.