La CEPAL publicó recientemente un informe en el que dice que la Argentina crecerá en el 2011 un 8,3%. Es muy interesante porque no sólo que la estimación que hace es superior a su propio informe anterior, en el que estimaba un crecimiento del 4,8%, sino que además es incluso superior al que la Presidenta hizo.
Es más, América Latina en su conjunto tiene estimaciones altísimas de crecimiento al ubicarse en el 4,7%. Si a esto lo confrontamos con los países desarrollados que están en niveles 1 y 2, y en algunos casos negativos, creo que estamos muy bien posicionados en la región.
La comparación con Brasil, arroja un dato interesante. El estimado para el gigante sudamericano es de el 4% para este año y de el 4% para el año que viene, es decir que al menos este año la Argentina duplicará la tasa de crecimiento de Brasil.
Hay varias razones para que esto ocurra y la propia CEPAL lo explica: sucede que la apreciación cambiaria que Brasil esta sufriendo y que es muy importante, le resta competitividad. Esto le crea problemas en lo que se llama la cuenta corriente a lo que Brasil responde con medidas destinadas a enfriar la economía.
La otra razón que da la CEPAL es que la región se torna vulnerable a los movimientos de capitales especulativos que buscan grandes ganancias a corto plazo, y esto también es importante tenerlo en cuenta, porque la Argentina viene tomando medidas en el manejo de lo que se llama la flotación administrada del tipo de cambio, es decir, evitar que la moneda se aprecie o se deprecie: sobre la base de la fortaleza que el país tiene, una fuerte posición de reservas, actúa sobre la oferta y la demanda de divisas para mantener el tipo de cambio en un valor competitivo. Este valor no se trata simplemente de comparar el valor del peso con el dólar, sino de comparar el valor del peso con una canasta de monedas que tiene que ver con los flujos del comercio exterior Argentino.
Otra de las diferencias tiene que ver con la política Argentina de aplicación de retenciones en granos y combustibles, que por un lado acolchona los aumentos internacionales y por otro lado mejora la cuenta corriente, que es otro factor que preocupa en los países de la región. Brasil esta afectado en este momento por una fuerte presión por el ingreso de capitales externos y eso afecta mucho su moneda, sacándole competitividad y afectando su perspectiva de crecimiento.