Martínez de Hoz decía, en los años 70, que daba lo mismo producir acero que caramelos, es que para los cultores del modelo neoliberal el mercado es el que decide lo que debe producirse.
Nosotros, en cambio, celebramos el Plan Estratégico Industrial anunciado hace unos días por a Presidenta. Quiero resaltar el hecho de que es “Estratégico”, porque creo que es una de las primeras novedades de este plan, ya que una de las deudas del modelo era la falta de políticas de largo plazo, sobretodo industriales. Para suerte de muchos, esto comenzó a saldarse, primero con la constitución del Ministerio de Industria y ahora con este y otros planes que empezarán a aparecer.
Lo primero que hay que destacar es que se trata de un plan de mediano-largo plazo. Plantea, para los próximos diez años que la industria crezca, en promedio, un 7%.
Este proyecto plantea un país con crecimiento industrial, en el que sectores estratégicos tengan horizontes claramente definidos. La idea es analizar las distintas cadenas de valor para transformar la materia prima que se produce en el país en alimentos para llevarlas a las góndolas del mundo, pero también para convertirnos en fabricantes de aquellos bienes de capital que conviertan nuestra materia prima en manufacturas industriales.
Los sectores seleccionados para integrar el plan estratégico son: alimentos, calzado, textiles y confecciones, madera, papel, muebles, materiales de construcción, bienes de capital, maquinaria agrícola, autos y auto partes, medicamentos, software y productos químicos y petroquímica; es decir, el 80% del PBI industrial.
Este plan, del que participaron en su planeamiento empresarios, trabajadores, académicos, inversores y la CEPAL, tiene como objetivo avanzar hacia una mayor sustitución de importaciones industriales, es decir, exportar más y tratar de importar menos. En otras palabras: se intenta fortalecer la industria nacional para producir muchos de los bienes que actualmente se importan. Esto, además de ahorrar divisas, permite el desarrollo tecnológico del país, crea empleo, genera mayor producción, y fomenta las PYMES. Creo que se trata de un objetivo más que virtuoso.