Quiero, a través de estas líneas, enviarles un saludo fraternal en ocasión de las fiestas de fin de año. Culminamos el año celebrando la conquista de la personería jurídica nacional de nuestro Partido. Este logro nos dará mayores impulsos para reafirmar el compromiso para la construcción de una nueva fuerza política en la Argentina.
No queremos tener un partido político formal, no queremos una mera estructura administrativa y jurídica. Queremos ser una nueva posibilidad de participación popular para cientos de miles de ciudadanos que tienen deseos y voluntad de participar en política. ¿Qué le ofrecemos a esos cientos de miles de argentinos a cambio de pedirles su adhesión y su incorporación al Partido Solidario?. Le ofrecemos compartir un sitio de militancia política por las ideas que venimos luchando desde el Movimiento Social. Somos nuevos en política pero tenemos historia. Tenemos un arsenal de propuestas que venimos sosteniendo desde el Movimiento Cooperativo. Un arsenal de propuestas para contribuir a consolidar una perspectiva de transformaciones profundas en lo económico, en lo político y en lo social. La lucha política no se hace sólo con consignas, se hace con ideas y esto requiere militancia. Y tenemos que ser innovadores y abrir la posibilidad del debate y compartir incluso los interrogantes que tenemos en materia de cómo poner marcha un proceso de mayor participación popular en la Argentina. No somos los dueños de la verdad. Somos sí dueños de una historia que acredita que es posible gestionar con transparencia, democracia y participación.
De este modo sí vamos a lograr que el PSOL en poco tiempo tenga identidad y presencia, y tengamos entonces candidatos en las contiendas electorales y futuros representantes solidarios en los organismos políticos del sistema democrático. Nosotros nos afirmamos en la idea de que la profundización del cambio, el anhelado objetivo de mayor justicia social, la plena independencia y la unidad latinoamericana se habrán de lograr con más democracia participativa, con más redistribución de la riqueza y con más y mejores políticas activas por parte del Estado, como garantía de un verdadero nuevo modelo de país. Y, para eso, las fuerzas que integramos el campo popular debemos saber articularnos políticamente, para que las grandes mayorías sean las verdaderas palancas y pilares del modelo de país que deseamos y merecemos, con transformaciones profundas y democratizadoras en lo económico, en lo político y en lo social.