La política impositiva es una herramienta de distribución fundamental. Junto con la salarial, son herramientas que los estados tienen para distribuir. En la Argentina se necesita una reforma tributaria profunda, porque el país tiene un sistema tributario regresivo que grava más al consumo que a la riqueza, entonces hay que hacer un cambio de concepto y definir un nuevo modelo impositivo.
Es normal que al decir “reforma impositiva”, automáticamente se piense en aumentos. Sin embargo, yo creo que hay varias cosas que deberían bajar, como el IVA y el impuesto al cheque. Seguramente también habría que segmentar algunos tributos para que paguen los grandes y no los chicos, o darles un tratamiento que favorezca a las PYMES.
Creo necesario, también, transformar responsable, paulatina y progresivamente toda la pirámide tributaria, de manera de eliminar privilegios injustos que tienen sectores económicos con altísima rentabilidad en el marco de ir construyendo una nueva matriz productiva y distributiva más justa. Entran en este rubro el juego, la minería y la especulación financiera.
Este uno de los grandes temas que aún está pendiente de discusión, una reforma impositiva profunda y que efectivamente debería apuntar a rediseñar sobre cuáles son las fuentes para generar ingresos fiscales. No se trata de reducir el ingreso fiscal sino de pensar en cómo se achica el impacto que tiene sobre los consumidores y cómo eso se reemplaza por impuestos que graven más la riqueza y las ganancias.