En un artículo anterior me referí a la distinción que existe entre la distribución primaria y la distribución secundaria del ingreso. Me parece pertinente, en esta oportunidad, distinguir tres líneas de acción esenciales para mejorar la distribución secundaria del ingreso.
- Jubilaciones y Pensiones: es necesario comprender el gran esfuerzo económico que implican las actualizaciones de las jubilaciones. Cada 1% de aumento, significa una erogación por parte del Estado de 830 millones de pesos anuales. En otras palabras, para poder aumentar las jubilaciones un 1%, el Estado tiene que recaudar antes esos 830 millones de pesos. Es necesario recalcar que en esta línea se logró un gran avance en la distribución y la inclusión al incorporar al sistema previsional a 2 millones de jubilados y pensionados que no podían acceder al beneficio.
- Garantizar los ingresos mínimos a la población: la finalidad de esta línea de acción es lograr un índice de pobreza 0%. La Asignación Universal por Hijo en este sentido significa un gran esfuerzo, ya que el actual nivel de prestación a 3,5 millones de niños, significa una erogación estatal de casi 10 mil millones de pesos. Esta inversión genera una fuerte mejora social, aumento en la tasa de escolarización, y en consecuencia, una importante demanda de bienes. Un dato curioso es que al momento de lanzarse este programa había alrededor de 500 mil chicos indocumentados. Aquí se vislumbra otro beneficio de la Asignación Universal por Hijo: tendremos chicos con identidad que luego irán a la escuela, logrando sacarlos de la calle.
- Reorientación del gasto hacia la prestación de servicios de calidad a la comunidad: una sociedad más inclusiva, requiere que todos tengan acceso a niveles adecuados de atención de la salud y elevada instrucción escolar, desde la primaria a la universitaria. También se requiere de una buena estructura de transportes en los que las personas puedan movilizarse fácilmente y sin grandes costos. En este aspecto, la formulación de presupuestos participativos en los distintos niveles de gobierno, resulta esencial para lograr el adecuado direccionamiento y ejecución del gasto.