“Detrás de la difusión (des)informativa de los grandes medios de comunicación y las alicaídas movilizaciones promovidas por las patronales del campo, lo que está en disputa es la lucha en torno de cuál será el modelo de Argentina resultante a partir de la eclosión del neoliberalismo criollo en diciembre de 2001 y del rumbo iniciado en el 2003.
Un análisis serio de la coyuntura no puede soslayar quiénes son los contendientes en pugna, y los proyectos que encarnan. De un lado, los que bregan por la superación democratizadora de las herencias neoliberales. Del otro, quienes impulsan la restauración neoliberal-conservadora.
El rumbo iniciado en el 2003 abrió caminos de cambios. En ese marco se inscribe la política exterior de unidad latinoamericana, la iniciativa de verdad, memoria y justicia sobre los crímenes de la dictadura; un modelo productivo; la renacionalización del sistema de jubilaciones y de Aerolíneas. Sin embargo, pueden señalarse dos cuestiones que exigen una pronta reformulación.
La primera nos remite a la profundización y extensión de las medidas orientadas a un modelo basado en la justicia social. La segunda evoca a los sujetos colectivos que deben sustentar este proceso. Una asignatura pendiente, que no atañe sólo al oficialismo sino al conjunto del campo popular. Se trata de la construcción de la fuerza social y política que sostenga y asuma la conflictividad emergente, producto de políticas de mayor radicalidad transformadora.
La vieja y nueva derecha viene demostrando una ostensible incapacidad de construir alternativas. En este marco se viene desarrollando la disputa en torno de la nueva ley de medios. El anteproyecto presentado por el Poder Ejecutivo nacional refleja un fértil y extendido proceso de debates en el seno del Congreso nacional.
La larga lista de organizaciones y personalidades que apoyan esta iniciativa parlamentaria, la Central de Trabajadores Argentinos, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, la Federación de Trabajadores de Prensa, el Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina -entre muchas otras entidades- expresa con claridad cuál es el sustento social de esta propuesta.
El relevamiento de quienes se oponen bajo los más curiosos argumentos también permite entrever cuáles son los ejes conductores de esta disputa. Los grandes medios han emprendido una cruzada brutal a través de una gran campaña de desinformación pública, y las organizaciones ligadas a los medios privados han sido un coro interesado en cuestionar una iniciativa que constituye una asignatura pendiente de la democracia.
Nosotros venimos insistiendo en que es indispensable que las organizaciones políticas y sociales progresistas y de izquierda y sus referentes principales tengan claridad sobre el eje central de la disputa y no se reiteren los equívocos que, en el conflicto con las entidades patronales agrarias, llevaron a sectores que por historia pertenecen al campo popular a coincidir con dichos intereses.
El proyecto presentado por el Poder Ejecutivo es, sin duda, perfectible, y el debate que se está realizando así lo demuestra. Compartimos algunas sugerencias que van en dirección a profundizar la dirección democratizadora de la nueva norma y nos alegramos profundamente que a través del diálogo entre el Gobierno y las fuerzas progresistas se encaucen las modificaciones para la sanción de una nueva ley.
Estamos a punto de dar un paso histórico, no sólo para ser celebrado por el oficialismo sino por todos los que comprendemos el sentido estratégico que tienen los medios de comunicación para sostener u obstaculizar procesos de transformación profunda en lo económico, en lo político y en lo social.
La derecha trata de presentar las modificaciones que las fuerzas progresistas impulsan, y la aceptación por parte del Gobierno, como un rasgo de debilidad. En realidad con esta lectura enmascaran su gran temor a la nueva fortaleza potencial que se abre en el horizonte: la de articular la unidad y diversidad necesaria para las batallas que se avecinan, como la nueva Ley de Entidades Financieras, la profundización del proceso de redistribución de la riqueza, la recuperación de la soberanía sobre los recursos naturales, la reforma política y la lucha contra la corrupción».
Esta mi perspectiva frente al proyecto de ley de medios audiovisuales. La misma fue publicada en el diario Página/12, hoy 16 de septiembre de 2009.