Mi viejo

Mi viejo, José Heller, era mecánico e integraba una familia de 12 hermanos, ocho varones y cuatro mujeres.

Por anécdotas en la mesa familiar supe que siendo muy joven trabajó para Vialidad abovedando caminos, en mantenimiento en algunas estancias y en un astillero bonaerense.

Luego se estableció en Entre Ríos donde armó su primer taller mecánico. Él trabajaba no sólo con automóviles, también con tractores y otras maquinarias rurales.

Era una época en la que todo se reparaba, no se utilizaban repuestos. Mi padre era un verdadero artesano.

Un día decidió abrir un taller mecánico con dos de sus hermanos en Buenos Aires, y cuando yo tenía 9 años nos mudamos.

Cuando pienso en él siento admiración y agradecimiento porque al igual que mi madre fueron personas que lucharon mucho y tuvieron grandes convicciones que nos transmitieron a lo largo de la vida.

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