A raíz de la publicación de las cifras del balance de Aerolíneas Argentinas, que arroja pérdidas importantes, Mauricio Macri expresó que “el kirchnerismo es incapaz de dirigir esa firma”. Si se analizan las declaraciones realizadas, lo que critica en realidad es la participación del Estado en las empresas públicas.
En el caso de Aerolíneas Argentinas, expresó tajantemente “nunca la hubiese estatizado. Es un disparate”. Creo que de haberse tomado esa decisión, Aerolíneas hubiera ido irremediablemente a la quiebra, dejando una enorme cantidad de empleados en la calle y pasajeros sin servicios que ya habían pagado sus viajes.
Al momento de estatizarla, la empresa, que fue literalmente vaciada por las distintas gestiones privadas por las que atravesó en su historia, tenía la mitad de los aviones que no estaban volando, vendió una cantidad de pasajes que la empresa no estaba en condiciones de prestar y el Estado debió hacerse cargo de abonar los salarios.
Pienso que cuando Macri exige un “Estado inteligente que garantice la seguridad, la salud, la justicia y la educación” lo que está exigiendo es volver al Estado de los noventa, del Consenso de Washington. Un Estado cuya única misión era garantizar las leyes para que las multinacionales realizaran grandes ganancias, en especial a través de las privatizaciones.
¿Se olvida Macri de los malos servicios de la mayoría de las empresas privatizadas, de la falta de inversión y de los altos costos para los usuarios?
Aerolíneas Argentinas era la joya de las empresas estatales, la única que daba ganancias, y sin embargo fue privatizada, por esa misma razón que inspira a Macri a realizar las críticas a la actual gestión de Aerolíneas, de que el Estado no debe hacerse cargo de los servicios públicos.
Estamos en tiempo de crisis y la mayoría de las líneas aéreas están mostrando pérdidas: Iberia, según informa el artículo de la Nación que escandalizó a Macri, tiene pérdidas cercanas a los cien millones de euros y está planeando despedir a 2.200 empleados. ¿Será esa la buena gestión que Macri espera para una empresa estatal, y por ello critica la actual gestión de Aerolíneas que no despide personal?
Para analizar la eficiencia de una empresa estatal hay otros parámetros que las pérdidas o ganancias. ¿Cuántas ciudades importantes quedarían sin vuelos en el caso de eliminar a Aerolíneas Argentinas y Austral?” Los destinos más rentables serían tomados por otras empresas privadas, pero aquellas ciudades de menor movimiento, precisamente las más alejadas de la capital del país, quedarían aisladas, sin vuelos.
Estas declaraciones son una muestra más que las propuestas del Pro son para volver al neoliberalismo de los noventa, que terminó explotando en 2001 con un costo social apabullante, que llevó la pobreza a sus niveles históricos más altos.