A mi juicio pensar en el mundo que viene sin pensar en fuertes procesos de integración regional nos pone en un plano de debilidad muy grande. Considero que vamos a un mundo de grandes bloques, pensando a Estados Unidos como un bloque en si mismo por su peso en la economía global y a Europa como otro.
Me parece que imaginar nuestra inserción en esa economía global desde la perspectiva individual nos pone en una situación de desventaja notable. El mundo que viene es sin duda un mundo donde algunas cuestiones como el tema de la energía, el tema de los alimentos, el tema del agua potable, indudablemente acompañado por otros temas trascendentes como ser el tema del conocimiento serán las claves que habrán de determinar el desarrollo y el futuro de cada una de nuestras naciones.
Hoy en día no podemos imaginarnos un proyecto de país al margen de nuestros vecinos, habida cuenta que vivimos en un lugar del mundo privilegiado por la naturaleza tenemos agua dulce, alimentos y recursos energéticos; tres factores claves para encarar una estrategia sustentable a futuro.
Un simple análisis nos muestra que nuestra región es beneficiaria de una excelencia en todas esas cuestiones como un grupo integrado.
En ese punto debo subrayar que los resultados de las medidas integradoras deben dar respuesta a las necesidades de nuestros pueblos sobre el mejoramiento constante y creciente de la calidad de vida.