Considero que hay un conjunto de cosas que son interesantes para analizar. En primer lugar, yo soy un ciudadano de la Ciudad de Buenos Aires y por lo tanto alguna de las cosas que digo con un sentido crítico no lo digo hablando de terceros, sino de una realidad que nos apremia y de la que no puedo sentirme ajeno.
Considero que Macri tiene una condición muy especial que ha aprendido a manejar muy bien, el discurso, seguramente muy bien asesorado.
Cuando empezó en la campaña decía que hacía cinco años estaba preparando a los equipos técnicos para gobernar. Y hoy uno ve la más amplia improvisación en todos los planos. Porque aún para bachear no hay un plan, nos cortan calles por todos los lados y no hay por donde transitar. No tiene decisión política para resolver el conflicto docente y muestra su desprecio reiterado por la educación pública.
Hoy sigue hablando de los problemas que tiene la ciudad como si él fuera un simple ciudadano, cuando pasa revista a los problemas que tiene en la Ciudad, todos tienen un culpable externo y una víctima en general, él.
Demuestra que su discurso de modernidad y eficiencia es simplemente eso un discurso, sin proyectos, sin resultados.