Como lo comente anteriormente pienso que la economía se mueve en función de elementos objetivos y también de las expectativas. Inclusive puedo afirmar que las expectativas son muchas veces tan o más importantes que esos elementos objetivos.
Por mi actividad cotidianamente hablo con muchos empresarios y no justamente con los grandes empresarios, es decir las empresas llamadas líderes o las transnacionales, sino con los empresarios nacionales, medianos y hay una respuesta que escucho bastante generalizada cuando hablamos de la situación general de cada empresario. El empresario reconoce que a él muy mal no le va o que le va bastante bien.
Pero allí aparece el poder de las expectativas, también podría agruparlas en un paquete que incluya el entorno y las perspectivas, entonces cuando analizan esos factores determinan que a todos les parece que lo de afuera, lo que rodea, es peor de lo que está pasando en particular. En ese momento las expectativas frenan las inversiones, en el caso de los consumidores frena la demanda, en consecuencia se frena la producción, se frenan un montón de cosas.
Un ejemplo más ilustrativo sería: si una persona se encuentra en una situación donde todo el mundo habla de que este año va a ser un desastre, va haber despidos masivos y se va achicar la actividad económica, es difícil que esa persona este entusiasmada en endeudarse.
El poder de las expectativas es una realidad e insisto van ayudando a construir la realidad, la podría definir como la profecía auto cumplida. Si todos decimos que esto va a pasar, lo más probable es que termine pasando.